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Al día siguiente, cuando creía que era la hora acordada, llamé a la puerta, tardó un poco en abrir, pero me recibió con alegría, me dijo si quería algo de comer, acepte. Desayunamos pan y pienso que huevos, bebí algo raro, dijo que era jugo de naranja, sabia tan rico, que ella comenzó a reírse por la cara que hice, lo bebí lentamente para evitar que ese sabor dulce desapareciera. Al terminar, comenzamos a trabajar, saque el letrero a la calle frente a la tienda, ya comenzaba a ver vida, me paso una cubeta y un trapo y limpie el vidrio del lugar, más tarde cuando eran las 10, clientes llegaron, ella los recibió, vi lo rápida que fue al entregar los libros, luego barrí el interior, cuando era la una creo, hablo conmigo.
—Tu primera tarea de entrega será para Thunder, esté es su paquete, utiliza este mapa para llegar y este es el sitio donde está —sobre el mapa un recuadro blanco estaba señalado. —ve, es tedioso cuando no tiene las cosas que necesita
Tome el paquete de libros, mientras me iba, me paso una tablilla blanca, tenía palabras escritas.
—Te dejarán pasar con eso, ve, regresa pronto. —abrí el mapa siguiendo el camino señalado, termine frente al edificio, parecía un castillo, hecho de piedra blanca y reluciente, había guardias en la entrada, también ensaye cómo tendría que hablar. Me acerqué asintiendo, saque la tablilla y se las mostré.
—Está en el segundo piso, la tercera puerta a la izquierda, buena suerte —fue lo que dijeron cuando entre, a qué se refería. Me encontré con un mundo raro, muchos llevaban ropas blancas y rosadas, con libros en manos, caminaban tan rápido y sin mirar alrededor.
Encontré unas escaleras y solo subí, conté las puertas, llamé a la tercera como dijeron, pero nadie contestaba, volví a llamar. Se escuchó ruido, alguien gruñó y cuando abrieron la puerta me quedé tan quieta, mi cara veía el pecho descubierto de un hombre. Este no era a quien buscaba.
—¿Quién eres?
—Busco... A Thunder —frunció su boca y dejó caer su mano en el marco de la puerta.
—Te equivocaste ninfa, está abajo, si lo ves dile que deje de hacer ruido, algunos necesitamos dormir —Luego dio un portazo cerrando la puerta. Corrí bajando las escaleras, la voz del guardia sonó en mi cabeza, toque con rapidez la puerta, dentro se escuchaba el ruido de alguien hablando fuerte, la puerta se abrió de golpe, aquel sí era el que buscaba. Me vio por un momento, tomó mi brazo metiéndome a la habitación.
Le pasé los libros, casi aprecia una bestia que devoraría aquellas páginas, abriendo y leyendo, había mucho espacio, una cama, mesas con demasiados libros, una túnica sobre algún mueble. —Tardaste ninfa, Neva tiende a confiar a la primera de los demás —su voz era diferente a la de otros. Su cola dejó de moverse bajo su túnica.
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La Diosa De La Oscuridad ✴
أدب الهواة"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos" "Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...