◆◆ 𝓓𝓪𝓮𝓷𝓪 ◆◆
El día de la boda llegó.
Inició con un hermoso amanecer, eso era un buen indicador. Termine de colocar los asientos y las flores. Las dos gemelas de la corte de la noche, terminaron de hornear el pastel, nos ayudaron a Jurian y a mí para colocar las carpas.
La ceremonia sería al medio día.
Subí a la habitación de Vassa.
—Feyre y Nesta han llegado, están con su hermana.
Soltó esponjado sus plumas.
—Bien —me acerque sentándome en su cama. —debes estar ahí Vass
—No así —toque su pico.
—¿Puedo intentar hacer un truco?
—¿De qué tipo?
—Del que te permita tener un cuerpo humano durante un día
Algo brillo en sus ojos.
—¿Lo lograras?
—Confío en que si
—Ten cuidado —me levanté concentrándome en la tela invisible que la cubría, magia antigua como la mía, había grilletes en sus patas, mi magia se enredó en ellos, estirando. Sentí una corriente fría a mis pies.
Si tan solo pudiera aflojarlos por un rato. Seguí presionando y tensando aquella magia, hasta que escuche el sonido de las cadenas. El otro extremo estaba siendo sacudido.
Koschei. Continúe debía haber una forma que no se diera cuenta. Un hito de mi magia se ajustó en ese pequeño espacio entre la piel y la cadena, hice lo mismo con la otra. cuando se detuvo.
Desperté. Caí de rodillas.
Mi amiga brillaba con fuerza, hasta que apareció en la cama sin plumas.
Tenía bien abiertos los ojos. Vio sus manos luego a mi. Dio un paso, después otro. Sonreí iguala que ella.
—Lo lograste
—Solo será por un día, o eso intentare —me ayudó a ponerme de pie, abrazándome, le devolvió el abrazo. —¿te sientes bien?
—Estoy genial —rio viendo su cuerpo.
—Que bueno que prepare un vestido para ti
—¿Lo tenías preparado?
—Poco tiempo, pero si
—¿Como?
—Digamos que ahora mismo eres una prueba, quiero romper algunas cosas con ese tipo de magia
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La Diosa De La Oscuridad ✴
Fiksi Penggemar"El tiempo y el aire son iguales, sabemos que estan aquí pero nunca los vemos" "Con mantas de oscuridad, coronas de espinas y ojos brillantes, los dioses siguen aquí; entre sus castillos de piedra y bestias horrendas, ellos esperan el momento de vol...