–Momo... Momo... ¡MOMO!—Todos los presentes incluida Nayeon miraron de donde provino el grito.
Sana quien era compañera de silla de momo ya que estos estaban posicionados de dos en dos en su clase, llevaba más de media hora intentado buscarle conversación pero la mayor estaba totalmente perdida mirando a la nada o mejor dicho mirando a una hermosa rubia frente suyo.
No sabía que era exactamente lo que le pasaba pero desde que llegó la nueva maestra se sentía muy extraña. Estaba completamente fuera de si, todo el rato tenía la mente en blanco y no sabía el porqué de ese cambio.
Nayeon odiaba que la interrumpieran mientras ella estaba dando sus clases. Miró al grupito que tenía fichado desde hace horas, iba a darles a las dos una reprimenda ya que se había comido los susurros de la castaña desde hace un buen pero quedó paralizada cuando unos ojos oscuros la dejó fuera de si, le removió todo el estómago cuando hizo contacto con ella.
No sabía exactamente que fue eso, por primera vez se sintió amenazada e inferior por alguien. Cortó contacto con la menor ya que sentía que todas las miras de los estudiantes estaban puestas en ella, odiaba ese sentimiento que le llegaba de la nada cada vez que tenía a la joven cerca suyo, lo peor de todo esto es que solo se habían topado dos veces y con ésta tres en mínimo 6 horas.
–En mi clase no se habla, si no quieren estudiar salganse y hablen todo lo que quieran fuera pero mientras estén bajo mi tutoria deberán prestar atención y hacer silencio hasta que yo lo diga o se acabe mi hora—Habló con autoridad Im, se dio cuenta de lo recta que fue ya que varios alumnos que estaban hablando por lo bajo dejaron de hacerlo se sentaron bien y pusieron toda su atención en ella menos tres jóvenes que no había que decir nombres ni gastar saliva en mandarlos a callar porque no lo iban hacer.
La rubia volvió a mirar a la esquina y otra vez tuvo contacto con la pelinegra pero esta vez fue diferente ya que la menor tenía un bolígrafo entre sus dientes. En su cabeza llegó una imagen un tanto extraña, esos movimientos lentos que le hacía al objeto en su boca le hicieron disociar por un momento el cual no duro ni medio minuto ya que debía mantener la cordura por su bien.
La menor rió de lado, estaba consiguiendo lo que quería "Provocarla" no sabía el porqué de hacerlo su cuerpo tenía vida propia por ende no pensaba en absolutamente nada cada vez que tenía a la rubia en frente mirándola.
Aún seguía sin escuchar a su amiga la cual estaba a nada de golpearla.
–Momo por Dios... —Sana no aguantó más y le mordió el hombro. Momo salió de su trance y echó un grito para luego mirar a su compatriota medio enfadada.
–¡¿Oye que te pasa?! —Dijo la pelinegra mientras se sobaba la parte adolorida.
Otra vez tuvieron todas las miradas puestas en ella, Sana se disculpó varias veces por alguna razón le daba cierto miedo aquella profesora y era extraño ya que se burlaba de todos los demás pero de ella no.
–Dije que en mi clase no se habla ¿Cuantas veces tengo que repetirlo? Si quieren hablar salganse y vayan al patio que bastante grande es y no molestan a nadie —Dijo otra vez enfadada Nayeon.
La castaña parecía un perro mojado mientras que Momo estaba encantadisima con el cambio de actitud de Im.
–Perdón no volverá a pasar—Dijo bajo la atenta mirada de la rubia.
–Eso espero—No dijo más, le echó una última mirada a las dos que no duró muchos ciertos detalles y regresó a seguir con la clase.
–¿Se puede saber que te pasa y porque le muerdes? —
–Eso me pregunto yo ¿Qué te pasa a ti? —Momo la miró confundida—Llevas mirando a la profe lo que llevamos de clase, estás que babeas por ella. Desde que entramos no ha parado de mirarte y tú a ella tampoco, además te vi hace unos momentos moverte extrañada... Como si estuvieras caliente—Dijo aguantando la risa.
Momo frunció el ceño por esto último, amaba a su mejor amiga ya quera un pan de Dios demasiado inocente pero habían cosas que no pasaba por alto y odiaba eso de ella, era inteligente y muy rápida para lo que quería, que nunca era algo bueno.
Si, sintió cosas cuando Im abrió su perfecta boca y le habló de una forma fuerte. Estaba perdida en sus adentros imaginando cosas que por un momento llegó a sentir un poco de calor, por eso tuvo movimientos extraños los cuales pensó que nadie los había notado.
La pelinegra miró a su amiga un poco nerviosa pero ese nervio se fue cuando miró a Sana, esta la miraba raro, era como si le tuviera miedo no entendía el porqué hasta que sintió algo detrás suyo.
–Parece ser que mis palabras valen una mierda, les he dicho dos veces que no se habla en mi clase y ustedes no han hecho caso a nada de eso—Sana por primera vez en su vida no se burló ni le contestó ya que sentía que el mismísimo demonio estaba frente suyo absorbiendole el alma.
La castaña le daba ciertos toques a su compañera para que dijese algo como siempre pero esta por primera vez no abrió la boca. Todos dejaron de escribir y se enfocaron su vista en las tres mujeres estuvieron muy atentos al momento, Jungkook, Chaeyoung y Yoongi sacaron su merienda y como si estuvieran en un cine y se pusieron a ver también el drama.
Momo miró por encima de sus hombros que la rubia estaba de tras de ella por lo que quiso joder un poco. La menor agarró un bolígrafo y lo llevo a su boca, se giró lentamente y miró a Im quien estaba totalmente seria.
No sabe porque pero el que siempre que la esté mirando mientras tenga un boli en su boca la hace sentir distinta, es como si fuera un punto débil el cual descubrió una hora antes.
–¿Pasa algo Im?—Dijo la pelinegra. Nayeon frunció un poco el ceño al oír como la había llamado, por alguna razón le gustó.
–No me llames Im... Soy tu maestra y así es como debes de llamarme ya que tengo más nivel que tú—
–Perdón es que el nivel de los maestros aquí es una mierda y me da igual como se llaman además porque tu me lo digas no quiere decir que te voy hacer caso—Nayeon estaba apunto de echar humo, odiaba a la pelinegra tampoco iba a dejar que el momento de la mañana se repitiera por lo que estaba esperando lo que sea que saliera de la boca de la joven para devolvérselo.
–Que tensión—Chaeyoung habló por lo bajo, estaba disfrutando este momento.
–La profe se ve que no se dejará de nuevo—Yoongi hizo recordar el momento de las palabras hirientes de Momo hace unas horas.
–Siento que estoy en el mismísimo infierno ahora mismo—Jungkook sacó su celular y comenzó a grabar el momento, parecía una novela en donde dos mujeres que estaban a punto de matarse... "a golpes".
–Yo creo que deberían besarse—Uno de los alumnos habló por lo bajo con el trío intentando seguir con el momento pero fue escuchado por Im quien al oír eso se tensó un poco y miró a sus alumnos los cuales estaban mirandolas como si fuera una película al aire libre, estaban todos embobados con ellas mientras desayunaban. Ninguna se dio cuenta de que el timbre había sonado hace rato ya que estaban totalmente perdidas entre si al igual que los demás.
–Vayan a desayunar—Fue lo único que pudo decir Nayeon sin apartar la mirada de la pelinegra—Menos tú.
Todos se levantaron con pesadez ya que estaban disfrutando del momento creado por su compañera y la nueva maestra.
El cuarteto dinámico iba a salir pero antes se llevaron a Sana mientras se susurraban cosas entre ellos, Jungkook en la salida le hizo señas obscenas a Momo quien ignoró con una sonrisa de lado.
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𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨
FanficIm Nayeon a sus 31 años es una mujer soltera, es maestra de Ciencias en una de los colegios más prestigiosos del país. Es una mujer dominante, imponente y hermosa, es la mujer perfecta de todo hombre lo malo es que no le gusta ni les da la atención...