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Pov Nayeon

¿En qué estaba pensando? Por Dios casi beso a Momo, la chica que no soporto, la chica que cada vez que veo me saca de mis casillas y se me hace difícil tomar de nuevo el control y lo peor de todo, esto es que, es mi alumna.

Sino fuera por el timbre de la puerta estoy complementamente segura de que algo pasaría pero al parecer ella tampoco se molestó cosa que me da mucho que pensar.

Sin mirarla ni nada por la incomodidad que tenía me levanté y fui abrír la puerta, una vez hecho esto casi me quedo sin vida al ver a la persona frente a mi. Al leí cipio pensé que sería el chico de la farmacia ya que había pedido los medicamentos de Momo que el doctor le había recetado pero no, no era el.

–¿Qué haces aquí? - Nayeon cambió en segundos su actitud.

–Es lo único que dirás

–Que quieres que diga–Nayeon miró el reloj de su mano y ya era las 1 am—Es tan tarde y tú aquí que quieres Jeongyeon—

–Hablar.

–Tú yyo no tenemos nada de que hablar así que vete, estas no son horas de andar la calle—Volvió a mirar su reloj

–No me importa las horas que sean tenía que venir y hablar—

–Y de que íbamos hablar—

–Nayeon por favor... Se qu—

–Vete Jeongyeon hoy no tengo ganas de hablar solo quiero dormir pero me interrumpiste—Mintió, no tenía ni sueño además de que estaba Momo en el sofá.

Im hizo el amago de cerrar la puerta pero Jeongyeon se dio cuenta justo y la empujó de golpe y una vez dentro cerró la puerta y se puso frente a Nayeon.

–No, estoy cansada de que me ignores, de que dejes de lado nuestra amistad por cosas insignificantes. Estas últimas semanas te he visto ida no se que tienes pero todo tiene un nombre, odio que ya no me prestes atención como antes, odio que alguien más la tenga. Se que me comporté como una idiota pero es que se me cruzaron algunas cosas en mente y actúe mal pero aquí estoy pidiéndote disculpas—

–Esto es demasiado, Jeongyeon es mejor que te vayas, podemos hablar mañan..

–Ya te dije que no, todo lo que tenga que decirte lo diré ahora porque se perfectamente por parte de ti que no habrán más días en los que podamos hablar.

La situación se estaba saliendo de control para mi. Tener a Jeongyeon y Momo en la misma casa no era nada bueno ya que hay cierta rivalidad en ella, las clases lo dicen todo y eso no es para nada bueno ya que Jeongyeon siempre que terminaba esa hora su aburrimiento crecía al 100%.

Daba gracias a Dios de que Momo en ningún momento se había levantado, eso me ayuda a a mi a sobrellevar la situación pero tampoco me gustaba que ella esté oye do todo esto, no sé que clase de persona es Momo, no sé si todo esto lo guardaría para usarme, Dios mío en que momento mi vida se ha vuelto un bochorno

Iba a decir algo pero de nuevoa puerta se abrió esta vez si la pegué con que era el chico trayendo las medicinas para Momo, le pagué le deje unos billetes como propina le di las gracias y volví adentro.

Cuando me giré esperaba tener a Jeongyeon en el mismo lugar donde la dejé pero no, cosa que me alarmó bastante. Me asomé a la terraza pero no la vi, eché un vistazo aa cocina y tampoco solo quedaba la sala... No, no, no.

Si, lo que tanto temía que pasara pasó. Jeongyeon estaba atónita.

–Jeongyeon... —

–¿Qué hace ella aquí? —Preguntó con molestia

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora