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05:00 am

Un fuerte ruido comenzaba a sonar por unas bocinas las cuales estaban escondidas por todo el campamento.

Todos los jóvenes en las casas comenzaron a despertar, unos muy normales sin quejas por las rutinas diarias mientras que los demás ni con el grito de un elefante abrieron sus ojos.

Momo fue la primera de todas las chicas en despertar, con dificultad se levantó, la verdad es que no había dormido casi nada por el dolor de espalda que sentía al dormir en el suelo pero también por algo que no dejaba de darle vueltas en su cabeza desde que piso el lugar.

Sin hacer mucho ruido fue hasta donde estaba su celular miró la hora, era demasiado temprano podría dormir un poco más pero no tenía mucho sueño a decir verdad. Por lo tanto se puso una sudadera ya que hacía un poco de frío y salió de la casita, observó todo el lugar detenidamente por un momento pensó que no habría nadie despierto pero ese ruido a alguien tuvo que haber despertado.




Después del ruido Nayeon no pudo dormir más, no sé le hizo complicado el quedarse despierta tras la hora ya que su rutina es levantarse a las 5 de la mañana. Observó como sus amigas dormían tan profundo, sabía que tenían el sueño pesado y que ese ruido no les haría absolutamente nada.

Lejos de querer quedarse acostada decidió salir no sin antes tomarse su tiempo para meditar y estar lo más tranquila posible. No quería comenzar el día con ciertos roces, ya que las personas que estaban aquí casi todas las caían mal exceptuando a sus amigas y a una personita que tenía muchísimas ganas de ver pero de seguro estaría durmiendo.

Al salir vio todo medio oscuro, vio como varios alumnos salían de la casita medios zombies ya que apenas estaban despertando, otros conversaban entre si en un mini grupo. Buscó a cierta persona pero no duró mucho ya que se dio por vencida, quería verla ahora ya que después seguro con todo el ajetreo y todo el mundo junto no podía estar juntas pero sabía que esto pasaría por lo que el plan de estar cerca de ella no iba ser.

Nayeon empezó a caminar hacía la casita la cual tenía un cartel que decía "Desayuno" una vez allí observó lo que había, para sorpresa de ella frutas, panes, galletas y demás de buena calidad se hicieron presente.

Nayeon tomó una bandeja y procedió a coger lo que iba a desayunar. En su bandeja había un tarro de fresa, manzana, yogurt y un sándwich ligero. Una vez terminado de elegir salió del lugar y otra vez divisó algún sitio, algunos estaban llenos por los grupos de jóvenes, pensó en comer ahí mismo en un tronco pero a lo lejos vio una mesa vacía, bueno estaba vacía ya que había una chica, no le importó y comenzó a caminar hacía allí.

Ignoró por completo la presencia de la chica y se sentó.

–¿Despertando con el pie izquierdo?– Dijo la chica y ante esto Nayeon volteó rápidamente al reconocer esa voz.

–¿Momo? –

–Buenos Días–Contestó sonriente

–Buenos Días, no pensé que fueras a despertarte tan temprano–

–Bueno, no sé que fue que tocó ese ruido tan molestó me pregunto como es que nadie más se ha despertado, además estoy acostumbrada ya que suelo despertarme primero para así prepararme y luego a mis hermanos–

–¿Y tús padres no ayudan?– Preguntó Nayeon.

Momo al escuchar la pregunta hizo silencio por unos minutos, rio con ironía para luego suspirar con dificultad cambiándole la cara.

–Digamos que suelen irse a trabajar demasiado temprano por lo que no les da tiempo a nada, por eso hago yo ese trabajo– Mintió.

Nayeon la observó por alguna razón sentía que sus palabras no fueron del todo ciertas, se le crearon dudas por lo que iba a volver a preguntar pero vio como rápidamente cambiaba de tema.

–¿Tienes frío?–Preguntó Momo al ver como la mayor temblaba.

–¿Qué? No, estoy bien– Mintió, si tenía frío pero no había traído una chaqueta ya que pensaba que el lugar iba a ser algo más caluroso.

–Es de madrugada, estamos en medio de un bosque donde no da el sol, además estás temblando y dudo mucho que sea porque tienes calor– Dijo con obviedad la japonesa.

Nayeon no dijo nada, no había pensado la verdad y desde hace un rato estaba arrepentida de no traer nada encima, sino le hubiese hecho caso a Taehyung cuando le dijo que no se preocupara por la ropa ya que ellos lo tenían todo resuelto, no estaría en esta situación.

Momo solo se reía de ella al ver que su mentira fue descubierta. Nayeon por otro lado estaba perdida completamente en su mirada que no se dio cuenta cuando la menor se levantó de su lugar y se paró al lado de ella.

–Toma, es caliente y te quitará el frío en pocos minutos–

–¿Y tú? – Se preocupó

–Soporto el frío, además tengo más en la casita–Contestó con pesadez al recordar ciertas cosas.

–Gracias– Sonrió.

Momo observó disimuladamente como Im olía su sudadera, otra vez sonrió. Mientras desayunaban tranquilas de nuevo el molesto ruido se hacía presente pero ahora más fuerte que antes pero ahora una voz se escuchó.

–¡Holaaaaaa Buenos Díaaaaas es hora de despertar! –Taehyung habló muy animado.

–Dios mio acabo de oírlo y ya quiero que se calle–

–Lo peor es que lo tendremos todo el día muy contento, Es muy alegre e insoportable cuando se mete en el papel de chico mandón pero como nunca le hago caso a las cosas que dice para mi es como sino existe– Habló Momo mientras comenzaba a estirar su cuerpo, el dolor de espalda aún no se le había ido.

–¿Estás bien? –Preguntó Nayeon al verla quejarse con un poco por lo bajo.

–Si, es solo que no dormí bien–

–¿Por? –

–No sé si te habrás dado cuenta pero anoche Sana rompió la cama al saltar en ella, no paraba de quejarse que no quería dormir en el suelo por lo que intercambié con ella y bueno prácticamente yo dormí en el suelo, no es como si no lo he hecho ya pero la verdad prefiero quedarme despierta a que dormir en el suelo otra vez–

Otra vez Nayeon no entendía ciertos puntos cus di hablaba Momo, habían cosas que no entendía y aunque prestara toda su atención no llegaba a nada.

Por otro lado su cara cambió completamente cuando escuchó de quien se refería Momo, esa chica no le caía bien por más amiga que fuera de la pelinegra. Ver a la chica siempre cerca de Hirai, dándole besos y abrazos no le gustaba nada verlo peor lo que más rabia le generaba era cuando Momo se dejaba, ver como la menor era llenada de besos y tal le llenaba la mente de celos. Cad ave que veía como una chica se le acercaba Nayeon solo quería ir allá y decirle que no se acercara a ella pero no podía y eso era algo que también le daba más rabia, observar desde lejos como si fuera un león esperando por su presa la cual era las locas que andaban detrás de Momo.

–Creo que te buscan–Dijo Momo señalando hacía las casita donde los maestros se quedaban.

Nayeon llevó su vista y vio a lo lejos a Jeongyeon quien acababa de despertar junto con Jihyo.

Al verlas comenzaron a caminar hacia ellas, Im se puso nerviosa al ver como sus amigas se acercaban, Momo no pasó por alto sus nervios por lo que decidió irse y darle su espacio.

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 "𝐍𝐚𝐦𝐨" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora