62

248 42 6
                                    

-¡Oh! Perdón no quería-Dijo nervioso el hombre.

Nayeon no sabía donde meterse y Momo se recuperaba del empujón que le había dado la mayor.

-Lo que viste no es lo q... -La coreana tenía una cara de pánico, según ella estaría sola con Momo estos días, no esperaba a nadie hoy.

Namjoon se recuperó del susto que se había llevado y lo único que hizo fue mirar a las dos chicas por unos minutos sin decir ni una sola palabra, cosa que hizo que los nervios y el miedo de Nayeon ante cualquier respuesta negativa aumentara.

Este solo sonrió, para él no era sorpresa la situación ya que este fue participe de casi todos los momentos de ellas dos. Siemore tuvo sus sospechas sobre que traían ellas pero no quería apresurar sus pensamientos por respeto a Nayeon pero realmente estaba sorprendido ante su cambio, esto fue lo que hizo que confirmara lo que llevaba imaginando desde hace meses.

Él no era la clase de persona que veía las cosas mal como los demás. Estaba claro que para cualquier persona ver a una mujer actuar amorosamente con una joven era algo malo pero este caso no, además de que como ya lo pensó antes, la mujer con la que ha estado años a su lado sirviéndole jamás la vio feliz, alegre, sonriente llena de vida. Tenía sus dudas de que podría ser, al principio creyó que era el chico con el que trabajaba ya que este no paraba de mandarle flores todos los días cosa que nunca llegó porque todos los ramos que mandaba eran las que menos le gustaban a Im, añadiendo que era alérgica a cada una de ellas.

Tenía curiosidad por saberlo, en algún momento pensó que jamás sabría quién era ya que Im es muy reservada con estos temas pero no, justo hoy por fin supo de quien se trataba todo estos cambios.

-De verdad Namjoon no quiero que pienses cosas que no son, Momo y yo solo... -

-Hacen una linda pareja-Habló por fin el coreano.

Nayeon frunció el ceño ante el comentario, tanto silencio para que eso fuera lo que diría.

-Vine a dejar esto, ayer se nos olvidó sacarla del auto y sino es porque regresé a la ciudad te quedas sin sillas de ruedas– Namjoon dejó la silla en un lado recostada y fue hacia la cocina aun con las chicas bien tiesas–¿Qué pasó aquí? No me digan que ustedes... —Las miró con una cara de pícara.

–Eh... ¡No! No es lo que piensas Dios mío–Nayeon no podía más con la vergüenza.

–Lo que sucedió fue que intenté prepararme algo de comer ya que no había nadie y bueno... No salió como pensé. Nayeon llegó y me asusté y el plato se me calló—Dijo con pena Momo.

–Ah nada del otro mundo, a todos nos ha pasado. Ella suele tener ese problema de llegar y actuar lo más slaiencioso posible y luego su presencia nos asusta, realmente no se como no me ha dado un infarto–Confesó con total tranquilidad, Nayeon al escucharlo se sintió ofendida—Y bueno ¿Ya comiste? —Preguntó el coreano.

Justo en ese momento el estómago de Momo contestó la pregunta de Namjoon. La japonesa lo miró y este solo sonrió.

–Eso responde a mi pregunta, ven te prepararé algo. No soy muy bueno en la cocina pero creo que un poco mejor que Nayeon si—Otra vez se burló, Momo ante lo dicho no pudo ocultar la risa, observó a Nayeon quien lo miraba fijamente con cara de pocos amigos.

–Yo no cocino mal—Se defendió.

–¿No te ha dicho que tiene una chef personal? Una vez en una fiesta familiar quizo sorprendernos a todos y cocinó para todos, a que no sabes que pasó... —

–¿Qué pasó? –

–Quemó la cocina, la casa se llenó de humo que creímos por un momento que la casa estaba totalmente incendiada, ese día sus padres supieron que jamás volvería a tocar la cocina ni siquiera para lavar los trastes–

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora