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–Yo quería hablar sobre...

–Sobre...

–No sé como decir esto yo, no te estoy pidiendo que lo aceptes ni que me has caso yo siempre suelo tener pensamientos así de raros y demás, sabes que mejor no me hagas caso, olvida lo que te iba a decir y-ya n-no me hagas caso–

Momo estaba realmente cagada de miedo, eran miles de pensamientos corriendo de un lado a otro en su cabeza dejándola completamente en un cuadro blanco vacío.

Tenía miedo ante la reacción de Nayeon, la menor todo este tiempo no ha dejado de pensar que solo ella es la que le pasan estas cosas y que una vez lo suelte las respuestas que escuche no serán las verdaderamente correctas que ha estado esperando. Es por eso que se nubla cada vez que piensa en estas cosas porque no sabe que hacer ni que decir ya que es la primera vez que le pasa, es la primera vez que Momo se enamora. Jamás lo había hecho, todos estos años lidiando con los coqueteos y comentarios de interés de sus compañeros no han sido más que simples palabras sin importancia, no era su primera vez besando pero sentía como si lo fuese, es como si todos sus sentidos se dispararan de golpe chocando con todos los escudos que tiene en su misma dejándola expuesta.

Momo desde aquella noche en donde se armó de valor y dejó que su corazón y mente tomaran el control de si misma y hiciera lo que no pensó hacer lo hiciera, ella jamás había besado a una chica, jamás se había cuestionado el si le gustaban los hombres o las mujeres pero con este beso ella se auto contestó todas sus propias preguntas. Confirmaba su bisexualidad cosa que era muy importante a pesar de que sus amigos al parecer siempre lo hayan sabido y aceptado antes que ella, abrió su corazón a algo extraño y primerizo aún así no se sentía arrepentida, al contrario, se sentía segura de si misma. Así como el príncipe besaba a la bella durmiente para despertarla de su largo sueño así se sintió al besar a Nayeon, es como si esas nubes negras a su alrededor desaparecieran, esos miedos igual y esa sensación de no ser amada se fueran y trajeran consigo algo tan maravilloso.

Hirai no entiende como un simple beso haya cambiado absolutamente todo en ella, todo eso que ha sentido desde aquel día le gusta, le encanta, le fascina pero también le aterra el lado malo, porque si, siempre hay un lado malo a la felicidad.

Y ahora mismo estaba presente en ella, a pesar de haber estado con Nayeon en un largo e íntimo momento siente que todo es un sueño y que cuando despierte su triste y solitaria vida llena de sufrimiento, dolor y tristeza seguirán invadiendola hasta el día en que se muera.

Aún con todos esos sentimientos de por medio la pelinegra se arma de valor, mira antes a los hermosos ojos de Nayeon por un corto momento el cual para ellas es como si el tiempo se detuviera.

Nayeon no entendía nada de lo que le pasaba a la menor y quería saberlo porque su estómago la angustia le come toda su cabeza pensando que algo malo le dirá y que todo lo que ha estado meditando estos último meses se vaya a la mierda.

Desde el día que la vio con el innombrable siente que algo cambió para mal y no le gusta porque siente como su cuerpo se debilita cada vez que se aleja de Momo.

Las dos tienen miedo, las dos piensan que las respuestas de cada una serán lo contrario a lo que piensa y que todo será un sueño. Ninguna se atreve a dar ese paso y aclarar todo con miedo a lo que sienta y dicte su corazón porque es algo que jamás les había pasado y no saben como lidiar con esa llama que cada día crece más y más.

–Yo... –Momo quiere decirlo, quiere sacar de una vez por todas ese miedo pero no puede, algo le dice que mejor no lo haga.

Las dos no dejan de pensar en los miles de problemas que hay en medio de todo esto, dejando de lado el amor. Las dos tienen miedo del que dirán los demás si se enteran de que:

𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora