𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 "𝐍𝐚𝐦𝐨"

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"Tú puedes Momo solo te faltan 7"

Se dijo así misma mientras se agarraba como podía de la barandilla de las escaleras. Tenía más de una hora intentando arreglarse pero la incomodidad no la dejaba moverse con libertad, pensó que Nayeon podría ayudarla pero recordó que cierto acto que tuvo molestó a la mayor por lo que entendía el que haya despertado sola.

Momo no sabía ni donde había dejado sus pertenencias en donde estaban sus ropas por lo cual con cierto miedo fue hasta el grandisimo armario de Nayeon y después de buscar durante media hora que ponerse encontró un conjunto que se veía cómodo, era un pantalón corto, un top blanco que le quedaba perfecto. Había también una sudadera pero para ponérsela necesitaba ayuda y no había nadie a quien le pudiera ese favor por lo que se quedó así.

Luego de asearse como pudo se quedó un mínimo rato allí en la cama pensando que iba hacer hasta que su estómago le dio la señal de que era hora de comer algo.
Con cierta incomodidad caminó hacía puerta y tras dar varios pasos vio que tenía que bajar varios escalones, Momo respiró hondo y comenzó a caminar hacia abajo con dificultad. Tenía miedo de caerse ya que no se sostenía del todo bien porque su cuerpo aún no tenía el equilibrio, no tenía muchas fuerzas por lo que difícil para la menor.

Fueron mínimo quince escalones los que tuvo que bajar, pudo hacerlo y se alegró por eso pero el solo recordar que debía hacer esto durante un mes y peor aún sola le quitó todos los ánimos.

Momo fue hasta la cocina en busca de algo de comer, abrió la nevera y observó lo llena que estaba que le era difícil elegir que comer. Hace años que no veía una nevera llena que se le hacia bien extraño, lo malo era que la mayoría de cosas tenían que prepararse con un determinado tiempo y ella a pesar de estar chueca de una mano no sabia cocinar, lo único que podía hacer perfectamente era una tostada con huevos.

Se moría de hambre, en el hospital no había comido del todo bien por lo que su estómago lo sentía súper vacío.
Aún así siguió observando que podía hacer, iba sacando varios productos pero al segundo de hacerlo no le agradaba la idea y los volvía a meter. Así duró unos 15 minutos hasta que decidió no hacerse nada, no sabía si Nayeon iba a llegar temprano por lo que debía aguantar hasta que ella llegara y sino seguía molesta con ella podría pedir un poco de ayuda y el permiso de prepararse algo.

2 horas y media más tarde

Nayeon abrió la puerta de la casa, se quitó los zapatos que la tenían el día entero con un dolor horrible. Observó con determinación todo el lugar, todo estaba igual como lo dejó y el silencio era presente como siempre.

Se preocupó un poco al no sentir a Momo pero no duró mucho ya que recordó que esta podía estar en la habitación cosa que no lo veía del todo bien.

Justo cuando comenzó a caminar escuchó un ruido proveniente de la cocina, fue hacia allí y vio a la menor de espaldas hacer sabrá Dios qué.

Se acercó sin que esta se de cuenta, dejó las bolsas que traía en sus manos encima de la mesa con mucho cuidado, no podía ver a Momo ya que se encontraba de espalda a ella por lo que fue hacia ella pero justo cuando está da un paso algo que había en la bolsa se cae, la menor se voltea y se asusta haciendo que el cuchillo y el plato que tenía en la mano cayera al suelo con dirección a su pie descubierto, el cual no llega porque Nayeon echó un grito y la empujó fuerte sin querer.

—Perdón perd-dón yo... y-yo ahora lo recojo—Dijo Momo con la voz temblorosa, el susto fue terrible su corazón iba a mil. Como pudo se agachó para recoger los trozos de vidrios rotos.

—No, hazte para allá no vaya ser que tengamos otro accidente por—

Momo escuchó el final no muy claro ya que Nayeon hizo silencio así sin más pero algo le hizo creer que lo que diría era...