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ACTUALIZACIÓN 4/4

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ACTUALIZACIÓN 4/4

Mika pasaba sus días en su habitación. Era el único lugar seguro que conocía.

A veces se quedaba ahí días enteros. Y, a pesar de que evitaba involucrarse en cualquier problema, los gritos y llantos de aquellas personas que estaban siendo lastimadas siempre llegaban a donde se encontraba.

Se limitaba a cubrirse los oídos y cerrar sus ojos.

Odiaba esa vida, odiaba ver tanta sangre y dolor. Había aprendido a verse fuerte e implacable delante de cualquier persona, no obstante, cuando estaba solo, sufría y lloraba. Los recuerdos de ver como mataban a su madre siempre asaltaban su cabeza y no había algo capaz de hacerle olvidar aquello. Nada le podía provocar sensaciones nuevas, nada le podía hacer ver que el mundo no era tan cruel como le habían enseñado.

Sus lágrimas cayeron y su cuerpo tembló.

Llevaba mucho tiempo intentando planear algo. Llevaba días, semanas, años encontrando un modo de poder librarse de su padre y hermanos.

No era tan simple como escapar o abandonarlos, pues con cualquiera de esas dos opciones, iba a terminar muerto. No importaba si se ocultaba debajo de la tierra, ellos lo iban a encontrar. Estaba marcado por una mafia y, estando solo y libre, todos lo iban a querer matar.

Luego de unos minutos, se fue a duchar. Siempre quería tener su cuerpo limpio, pero no importaba si estaba un día entero bajo el agua, las marcas y toques de todos esos hombres o mujeres Alfas que estaban con él, no se borraban.

Lloraba en la ducha también. En su habitación era el único lugar donde se permitía ser débil y llorar, para luego salir fingiendo que todo le daba igual y que nada lo iba a poder doblegar.

El ser fuerte y letal era lo único que lo iba a mantener vivo.

Caminó por el pasillo y escuchó a su padre hablar en ruso con otros hombres. Todos se estaban riendo y, en otra habitación no muy lejos, podía oír como sus hermanos se estaban divirtiendo con alguien. Calificaba esa casa y lugar como un cementerio lleno de sangre y cadáveres.

Al estar la puerta entreabierta, pudo observar que en una pantalla se estaban mostrando unas personas. No reconoció a ninguno y no tuvo tiempo de seguir mirando cuando ruido se escuchó.

Siguió caminando, para no ser descubierto escuchando detrás de las puertas, hasta que llegó a otra habitación. Siempre habían cosas nuevas de las cuales enterarse.

—¿Qué hay de nuevo, Gael? —preguntó.

Era un chico mayor, pero, de cierta manera, consideraba que eran amigos. Con él solía reírse un poco y siempre se la pasaban bien. Nunca había tenido amigos en su vida y Gael hacia bien el papel de uno.

—Oh, hola, Mika. Siempre tan silencioso, me asustaste —dijo, quitándose un gorro de color verde que siempre utilizaba y dejó su cabello rubio libre.

AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora