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ACTUALIZACIÓN 2/2

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ACTUALIZACIÓN 2/2

El sonido de sus cuerpos al impactar, inundó la habitación. Ninguno de los dos pensó o meditó sobre el tiempo que ya había transcurrido. No se preocuparon si estaba de día, amaneciendo, anocheciendo o qué.

Slavik no se frenaba.

Nunca se daba cuenta de si tenía sed o estaba cansado. Se limitaba a disfrutar el máximo de todo. Movió su cuerpo, observando el rostro de Mika y le dio gusto.

Sonrió mientras apretaba su cuello, notando que su rostro estaba rojo por no poder respirar y que sus ojos se ponían blancos.

—Sigues respirando, ¿verdad? Sería una lástima que dejaras de hacerlo.

No obtuvo respuesta.

—No te desmayes de nuevo, Mika. Reacciona —habló dándole unos golpecitos en el rostro.

—Slavik...

—¿Se siente mal? —preguntó, tomando su rostro para besarlo.

Pudo sentir sus uñas casi enterrándose en su piel. La manera en que su cuerpo temblaba bajo el suyo le encantaba.

—M-me... encanta...

—Eso notó porque estás eyaculando de nuevo, aunque ya no es tanto como antes —comentó pasando sus dedos por su estómago —. ¿Has probado tu semen alguna vez? Pareciera que no, así que hazlo ahora.

Introdujo sus dedos, oyéndolo toser y llegando hasta el final de su garganta.

—Chupa mis dedos como si fuera mi pene.

Mika lo hizo con lentitud. Ya no sabía muy bien lo que estaba haciendo. Lo único que tenía claro es que estaba perdido en el placer, en lo bueno que se podía sentir.

Los chupó con ganas, pasando su lengua, observando los ojos del Alfa y era dorado. Un intenso dorado que le erizó la piel. Al ver que se acercaba para besarlo, solo cerró sus ojos. Movió sus brazos, rodeando su cuello y respondiendo a aquel gesto. Y era intenso. Los besos, la manera en que lo tenía, el calor, el aroma.

Se aferró a su espalda, rodeó su cintura con sus piernas y las embestidas no paraban. El ruido de la cama le daba la idea de que estaba por destruirse.

Y a pesar de que afuera había nieve, reinaba el frío y todo estaba casi por completo congelado, ellos tenían la temperatura suficiente para derretir todo a su paso.

—¡Ah!

—¿Te gusta cuando toco ahí? —preguntó, penetrando su interior de una sola vez.

—Sí... N-no pares...

—Eres un pervertido, Mika. Estás lleno de semen y me sigues pidiendo más. 

Se alejó un poco, observando como su cabello rojo estaba desparramado en las sábanas blancas y como tenían muchas marcas por diferentes partes de su cuerpo.

AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora