AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©

86.

Con una dedicacion💖.

ACTUALIZACIÓN 1/2

Slavik, cuando era necesario, salía de la casa.

Al serlo, le aseguró a Mika que iba a volver lo más pronto posible y no se quiso preocupar mucho por ello. Luego de la marca, su cuerpo estaba muy estable y las pesadillas ya no estaban presentes en las noches. El saber que estaba cada día mucho mejor, le daba alegría.

Subió al auto y fue hablando por teléfono.

Fue oyendo lo que decían al otro lado de la línea.

Luego, al finalizar la comunicación, se limitó a ir mirando por la ventana. La primavera ya había finalizado hace meses y también ya estaba por finalizar el verano. En esa estación, las temperaturas siempre rondaban los veinticinco grados, pero, de la nada, podían subir a treinta y cinco.

Para diciembre y el nacimiento del bebé iba a ser invierno de nuevo. Y, como estaban en agosto, sabía que una fecha importante se acercaba y que deseaba que fuera especial.

Dorik, el tío de Mika no había estado presente en el matrimonio por ciertas dificultades, pero quería invitarlo a su casa para que pudiera estar ahí por el cumpleaños del Omega. Debido a eso, es que se estaba sintiendo ansioso por salir. Tenía que ver unas cosas y, luego de eso, iba a ir a alguna tienda a comprarle algo.

—Señor, vamos a llegar en una hora.

—De acuerdo. Luego, pasaremos al centro. Quiero ir a una repostería y pedir varias cosas para el fin de semana. Se acerca el cumpleaños de Mika, así que hay que comprarle regalos.

—Por supuesto, señor.

—Todos deben darle algo especial y bonito o les voy a cortar la cabeza —advirtió con tono serio.

Los que iban con él en el auto, asintieron y siguieron manejando hasta llegar al lugar.

Se trataba de una charla para solucionar algunos problemas, pero Slavik no tenía muchas ganas de solucionar problemas, así que no permitió que ninguno hablara y nada más los mató.

Extrañaba ciertas cosas y no iba a perder la oportunidad de poder tenerlas.

De los cinco tipos que se veían fuertes sin duda alguna, no quedó ninguno vivo. Uno de sus hombres se encargó de grabar todo lo ocurrido porque luego iban a enviar un mensaje a quienes habían querido verle la cara de idiota.

—¡Graba bien, maldito animal apestoso!

—Señor, grabe todo —aseguró.

—¿Enfocaste cuando se retorció como un gusano de pantano? —preguntó con enojo.

—Sí, señor.

—Más te vale o te tocara a ti retorcerte como uno. ¿Qué hora es?

Fue limpiando un cuchillo que tenía restos de sangre con calma. Hace tiempo que no veía tanta sangre, así que todo le pareció más que bueno.