AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©

47.

Y una dedicación más💖.
Muchas gracias por la
oportunidad a la historia💕.

ACTUALIZACIÓN 2/2

La mentalidad era frágil.

Cualquier persona que viera algo y no estuviera preparado para ello, podía provocar grandes secuelas. El observar como una persona muere jamás podría ser fácil. Las sensaciones que se experimentan son extrañas y, cuando es una muerte inhumana, mucho peor.

Mika recordaba esas sensaciones: dolor de cabeza, mareo, ganas de vomitar, pesadillas, su cuerpo de mil maneras que era complicado de explicar.

En ese tiempo, su mente era frágil, no soportaba nada. La mínima gota de sangre, le provocaba ganas de vomitar.

Entonces, se tuvo que volver fuerte a la fuerza. En algunas ocasiones, Prasko lo animaba. Le daba técnicas y, cuando fue encontrando una forma, jamás la olvidó. Se aferró a eso para seguir y jamás parar. Y se olvidó de sus emociones para siempre. Eliminó la culpabilidad, el miedo, la duda, la tristeza.

Se volvió lo que su padre siempre quiso que fuera: un robot asesino.

De manera lenta, sus ojos se fueron abriendo para ver la luz del día que entraba por la ventana. Desconocido la habitación por unos segundos y se sentó de golpe mirando a todos lados, pero todo el aroma que había, lo calmó de inmediato. Era intenso sin duda alguna, pero se sentía como el olor que debería tener un hogar.

Pestañeó un par de veces y, al mirar hacia su derecha, justo sobre el velador, pudo contemplar unas flores.

No supo qué hacer.

Miró a todos lados y no había nadie, pero ahí estaban. Se acercó con calma y era un ramo enorme. Acarició unos pétalos para sentirlos demasiado suaves y delicados. Entre esos mismos pétalos, pudo encontrar una tarjeta bastante bonita.

Tragó saliva y un nerviosismo fue experimentando.

—Dicen que las flores son para los muertos, pero un muerto jamás podría apreciar unas flores como estas ni sentirse especial por poder olerlas. En lugar de dejar millones de flores en los cementerios, todas deberían ser para ti. Una para que puedas contemplar y adorar cada día. Empecemos con la primera —leyó lo que estaba escrito.

Era una letra bonita, ordenada.

Dejó el papel al lado y las flores siempre le habían parecido especiales y únicas. No todas las personas eran merecedoras de recibir flores y supuso que, el tener una flor demasiado cerca, sin más, se iba a marchitar por todo lo horrible que lo rodeaba, pero no. Las flores seguían estando ahí.

Se acercó otro poco para poder olerlas y era un aroma tan dulce que creyó en que todo era perfecto.

Al ponerse de pie, notó que estaba con la misma ropa de ayer.