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ACTUALIZACIÓN 3/4

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ACTUALIZACIÓN 3/4

—Te ves bonito, Mika —murmuró Slavik en su oído. Luego, dejo un beso en su cuello, oliendo su aroma, sabiendo que el olor a vodka estaba impregnado en su piel —. Falta poco para que seas mío para siempre, así que, si quieres marcharte, puedes hacerlo ahora.

El Omega no supo que decir y tampoco pudo decir algo.

Su cuello fue rodeado por su mano y sus labios atrapados en un beso lento, calmado y con una enorme cantidad de sentimientos.

—¿Dejarías que me fuera?

—Sí, siempre que eso sea lo que quieras. Si no te sientes listo para esto, puedes irte y regresar cuando lo estés —habló, observando sus mejillas sonrojadas y como mantenía sus ojos cerrados, solo esperando que lo vuelva a besar —. Después de todo, yo te seguiré esperando.

—No quiero irme, quiero casarme contigo. Solo contigo —aseguró —. A tu lado me siento bien. Me siento protegido, cuidado, amado y libre también. Contigo tengo la libertad que siempre añore tener.

Slavik sonrió para rodear su cuerpo con sus brazos.

—Entonces, vamos.

—¿Habrá alguien que conozca? Son muchas personas —murmuró, contemplando como sus dedos se entrelazaban.

—Estará Erkan. Se aprovechará de despedir porque se regresa a Italia. Oí que tiene algunas cosas que resolver.

Para el momento en que aparecieron frente a todos, los aplausos no tardaron en oírse. Quien los iba a casar no era un padre, tampoco una persona enviada para hacerlo por el civil, todo se limitaba a su propio mundo y a alguien que se dedicaba a realizar los casamientos entre ellos mismos.

Eran votos de amor diferente, eran promesas diferentes, aunque con un ligero toque de lo que, habitualmente, se conocía.

Mika observó a todos lados y, conforme iban avanzando por donde estaba la alfombra roja, todos le iban haciendo una pequeña reverencia. Ante los novios, nadie era más importante y todos debían mostrarle el respeto que se merecían.

—En las mafias, amamos hasta la muerte o no amamos —comenzó a hablar un hombre vestido de rojo completamente para darle el inicio a la ceremonia —. En las mafias, sin importar nada, la familia es primero. Somos fieles, amamos con locura, pero, con esa misma locura con la cual podemos amar, también podemos matar de las formas más inhumanas. Nos entregamos en cuerpo y alma ante nuestras parejas y podemos brindarle los lujos más preciosos del mundo.

Se formó un silencio. El hombre se encargó de tomar dos pequeñas bolsas y dejar que su contenido caiga sobre la pequeña mesa.

—Oro, diamantes, esmeraldas, zafiros, plata, rubíes y más es lo que tendrán en abundancia en su vida. Todos los presentes les han obsequiado una cantidad de esto en muestra de respeto, admiración y sus más grandes deseos.

AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora