ACTUALIZACIÓN 4/4
Mika estaba acostumbrado a lo mismo de siempre. Su habitación jamás iba a desconocerla. Conocía cada ruido que se podía oír en su casa. Cada movimiento y todo en lo absoluto. Aunque estuviera durmiendo, jamás dejaba de oír algo porque no tenía la paz necesaria para entrar en un sueño profundo.
Pero fue diferente cuando, de manera lenta, sus ojos se fueron abriendo.
El color de la habitación fue lo primero que lo hizo sentarse de golpe. Debido a ese movimiento, sus costillas dolieron y su rostro también. Estaba acostumbrado a estar herido o golpeado, pero fue diferente en ese instante.
Tragó saliva para moverse en la cama y, la suavidad de las sábanas, lo dejó anonadado. Jamás había tocado algo como eso. No tenía idea de que una simple sábana pudiera ser tan suave y cómoda.
Pestañeó un par de veces para observar su ropa y era algo que no le pertenecía.
Miró alrededor y todo era hermoso, lujoso, costoso, delicado. Era un habitación enorme y en la suya con suerte cabía su cama y un baño.
Se movió con cuidado y no supo qué fecha era o que día. El pánico lo fue dominando porque jamás se había quedado en otro lugar. El miedo de que algo malo pudiera ocurrir le fue provocando pánico. No supo si las cosas habían salido bien o muy mal.
Intentó pensar en como controlar la situación. En que cosas iba a tener que hacer. Supuso que si su padre lo sabía, iba a obtener un castigo sin duda alguna. Se quiso poner de pie y el dolor en sus costillas no se lo permitió, además una molestia extra que, al levantar su polera, pudo ver el parche que tenía.
Recordaba haber sido herido con el cuchillo y que, definitivamente, nunca antes había estado tan mal.
Inspiró profundo. Quiso preguntar algunas cosas, como saber de quién era la casa, no obstante, su instinto le decía más que bien a quien le pertenecía.
Abrió la puerta, que ningún sonido emitió, y salió al pasillo. Miró a ambos lados para caminar a la escaleras.
No escuchó nada. Le dio la idea de que estaba solo y le pareció increíble que un asesino tuviera una casa tan grande, hermosa, lujosa y que no se sintiera ni una sola gota de olor a muerte o sangre. El aroma del ambiente era a lavanda y eso le provocó sentir todo más acogedor. Su hogar jamás lo pudo sentir de esa manera. Su hogar era aterrador. Era como estar en una película de terror todos los días y noches.
Ni siquiera porque estaba en su habitación se podía librar del olor a muerte, sangre y a podrido.
Bajó con cuidado. Al tener sus pies descalzos, pudo sentir el piso helado y eso fue bueno. Era refrescante de cierta manera.
Soltó un suspiro al llegar abajo y sostuvo su estómago. Sus costillas ya le dolían luego de haber recibido el golpe de Viktor, así que por un golpe más todo había aumentado. Miró a todos lados sin saber a donde ir. El nerviosismo le recorrió el cuerpo y no pudo pensar muy claramente por más que lo intento.
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AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©
RomansaSlavik siempre estuvo en la cima. Todos se postraban a sus pies y nadie se atrevía a desafiarlo, a no obedecerlo. Siendo el líder de la Mafia dorada de Rusia, su pasado era oscuro, pero su presente estaba lleno de muerte, sangre y más. Nadie sobrevi...