AMOR LETAL [OMEGAVERSE] ©

63.

ACTUALIZACIÓN 2/4

Todo estaba listo. Mika no tuvo duda de que todo resultaría como estaba planeado.

No tenía miedo, más bien ansiedad de que todo sucediera de prisa. Una parte de él deseaba hacer toda rápido, pero la otra deseaba poder vivirlo al máximo. Cada muerte la quería gozar completamente. Quería obtener la venganza que siempre soñaba y hacer que paguen todo lo que le habían causado. Cada cosa quería multiplicarla y darles como resultado un castigo. Tenía tantas ideas en mente que no supo cual elegir porque todas tenían su toque para volverlas más que geniales.

Tragó saliva y se observó en el espejo.

Era a lo que llamaban "la última batalla".

Luego de que todo termine, cosas nuevas iban a iniciar. Espero que solo fueran cosas buenas, cosas bonitas, más bonitas de las que ya estaba viviendo gracias a Slavik.

Y, de cierto modo, el saber que se iban a casar, le daba fuerzas y animos para regresar con vida. Para seguir viviendo. Pudo notar que, despúes de tanto tiempo, iba a tener una familia de verdad. Una familia donde nadie lo iba a obligar a hacer algo. Una familia donde iba a existir la confianza, el apoyo, un amor bonito.

Inspiró profundo, caminó a la puerta y se detuvo. No quiso irse así.

Regresó para abrir las puertas del ropero.

Observó la ropa del Alfa y pensó en qué cosa tomar. Toda su ropa olía a vodka. Era como si, todas las mañanas sin falta alguna, le echaran litros y litros de aquel alcohol potente. Tomó la manga de una camisa para acercarla a su nariz y la olió profundamente.

Pero no.

No podía llevar una camisa. Necesitaba algo más pequeño y algo que no le fuera a estorbar en ningún momento. Observó todo hasta que abrio otro de los cajones donde estaban todas sus corbatas.

Sonrió.

Tomó una roja y la guardó en su bolsillo trasero de su pantalón para caminar a la puerta y salir.

Al bajar las escaleras, en vez de caminar a la puerta de salida, caminó a la parte trasera. Pudo escuchar como Slavik hablaba con un tono alto y que demostraba más que bien que estaba explicando ciertos puntos y también dando órdenes.

Entró viendo que todos estaban en silencio y que Slavik estaba al frente hablando mientras sostenía un cuchillo.

Se limitó a oír, aunque no necesitaba que nadie le dijera como llegar o como atacar a su víctima. Todo eso lo tenía por completo memorizado y eran parte de su sistema interno para siempre. Sabía que, aunque dejará de pelear por años y luego volviera a hacerlo, tendría la misma habilidad y formas igual de memorizadas.

—Los puntos de aquí y aquí serán de los primeros en caer. Las bombas seran dejadas en estas posiciones con tiempo de cinco minutos para alejarse. Si alguien se queda atrás, le toca morir.