cuando no se debe... (10)

768 22 10
                                    


Wednesday, Monaco

Usualmente desde que trabajo con Charles no podía irse a dormir a gusto sin antes mencionarme que quería, deseaba, ansiaba, anhelaba y todo lo que termine en "aba" llevarme a conocer su departamento en Mónaco, llevarme a casa de su familia, subirme a su yate, a ver a su mamá y darle la noticia de que nuestro "secreto de estado" ya no es tan secreto de estado y a ver a sus hermanos, o para no hacerles el cuento largo, que lo acompañe a Mónaco en general.

Podría decir que si yo ponía un pie aquí y luego me iba él sería feliz.

Mentiría si dijera que no quería venir también, no hemos tenido la oportunidad de venir los dos, o los tres juntos, porque pues el trabajo, solo ha venido él en repetidas ocasiones, pero ahora que es aquí el Grand Prix claramente venimos los dos y si les digo que a él le agrada mucho la idea sería poco con lo mucho que le encanta el tener que estar conmigo aquí.

Solo he venido a Mónaco una vez desde que me fui de Italia, y esa vez la recuerdo por completo, de pequeña me la vivía aquí, pero pues... han pasado casi 15 años, vine cuando terminé mi carrera, cuando me gradué, y lo recuerdo como si hubiese sido ayer.

Mónaco es precioso, sin duda de los mejores lugares que he visitado, a pesar de recordar poco del tiempo que pasé aquí en mi infancia aún tengo presente mi viaje de regalo por mi graduación; se ganó mi corazón y si me llegan a preguntar por mi lugar favorito sería Mónaco, sin lugar a dudas.

Genuinamente no sé por qué no había venido más veces antes, es como un pecado que yo misma me obligué a cometer.

Ha pasado casi una semana desde la última vez que dormimos juntos, porque mi tío decidió que nosotros tres (Carlos, Charles y yo) y la mayoría de los trabajadores del equipo fuéramos a Maranello dos cortos días a revisar unas cosas y... quiso que en vez de andarme quedando en hoteles me quedara en su departamento.

Y no es como que pueda meter a Charles para que se quede a dormir conmigo, ni a escondidas podría hacerlo.

Porque...

1:no es mi casa.

2:es mi tío! Y no sabe nada.

Todavía.

Y por último, pero no menos importante

3:si nos llega a descubrir sin saber nada... no amanezco, les juro que no amanezco.

Después de nuestra corta estancia en Maranello me invitó a regresarme con él en el jet para que le dijera todo lo que ha pasado desde que Charles y Carlos saben quién soy en realidad, acepté solo porque me divierto mucho cuando paso tiempo con él y porque teníamos tiempo sin tener una plática así.

Le conté todo y... no diría que se sorprendió, ya que dice que él siempre supo que lo sabrían pronto.

Claro, no son estúpidos.

Al menos no como yo, que creía que no sabían absolutamente nada y resultó que supieron toda la verdad desde el principio, desde el día uno!!! Por si fuera poco.

—¿Qué vas a hacer cuando lleguemos?— pregunta dejando su teléfono en una esquina de su asiento.

—Charles nos invitó a comer con él y su familia.— le digo tomando un pedazo de fruta del plato colocado en la mesa entre nosotros.

Destinados a ser / Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora