don't tell her... (45)

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»yo no podría odiarte, aunque amarte ya me duele más»

—Okay, okay... solo estoy intentando ayudarte, Charles. No te pongas así...

—No te voy a mentir. Entre más fácil y rápido me vaya de aquí mejor va a ser, Mia...

—Bien. La segunda es que necesitamos que los vean juntos la mayor parte del tiempo posible. Y platicando o teniendo algún tipo de interacción, Charles... si no es mucha molestia.

—Lo es, pero no tengo otra opción, supongo.

—No seas tan rudo...

—Okay, está bien. Lo voy a intentar.

¿"Lo voy a intentar"? ¿Qué tipo de mierda tenías en la cabeza, Leclerc?

¿Qué pendejada es esa de "li viy i intintir"?

Pero si, lo voy a intentar por ella. Por mi chica.

Si es necesario humillarme y rogarle enfrente de todo el mundo lo voy a hacer.

Giselle's POV:

Increíble la manera en la que las cosas pueden cambiar de un momento a otro.

Primero creí que ya estábamos bien por la corta y efímera interacción que tuvimos entre los cuatro gracias a la cena privada que organizó Fred y a la cual fuimos invitados... pero ahora resulta que Alexandra le dijo algo que desconozco y que evidentemente ninguna de las dos me quiere decir... y al menos Giss no lo hará, lo sé. La conozco.

Definitivamente esta no es la forma que yo planee de terminar el día.

Ni siquiera sé si había una en realidad, tal vez solo quiero engañar a mi mente haciéndole creer lo contrario para que no sobre piense demasiado... que siendo completamente honesto eso es lo que más me convence.

Pero ¿cómo le explicas que nada de esto lo controlas tú? ¿Que por muy "tu novia" que sea no le puedes decir qué hacer y qué no, y que no la puedes tener amarrada y controlada como si fuera de mi propiedad?

Qué más quisiera yo que Giss confiara en mí de nuevo aunque sea por un momento solo para decirme qué carajo fue lo que le dijo y así yo saber o deducir por qué reaccionó de esa forma, tan... así, tan ajeno y tan raro viniendo de ella.

Pero como dije hace un rato, algo dentro de mí me dice que Carlos tiene todas las respuestas a las preguntas que me he estado haciendo desde que salimos del comedor para dirigirnos con Mia.

Piénsenlo un momento, probablemente confía más en él que en ella misma, y cuando llegó el momento de irnos estaban juntos platicando sobre algo, ¿por qué no habría de saberlo? Nada pierdo intentando, nada pierdo preguntando...

Tal vez la dignidad, porque sabiendo cómo son... ambos, posiblemente -y no descarto- que me mande a la mierda diciéndome que no me va a decir absolutamente nada. No los conociera...

—Carlos...— lo llamo, pero no me escucha —Carlos...— repetí, pero tampoco escuchó —¡Carlos!

—¿Me hablas?

—No, cabrón. ¿Ves a otro Carlos aquí?

—Es que traía audífonos... disculpa. ¿Qué pas... Oye... ¿lloraste?— se interrumpe a sí mismo y negué con la cabeza —Pareciera... ¿Entonces por qué tienes esa mirada? Tienes los ojos muy apagados, Charles.

—Si, lo sé, créeme que lo sé. Ella solía decirme que le encantaba el brillo de mis ojos. Al parecer le gustó tanto que se lo llevó...

—Charles...

Destinados a ser / Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora