you again? (26)

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Nota: en este capítulo se revuelven tres canciones, así que tomé la decisión de variar la tipografía de cada una para que las puedan distinguir...

Prepárense para escuchar just the way you are - Bruno Mars :)

Drivin' on the right-side road
He says I'm pretty wearin' his clothes
And he's got hands that make Hell seem cold
Feet on the dashboard, he's like a poem I wish I wrote
I wish I wrote
And he laughs at all my jokes
And he says I'm so American
Oh, God, it's just not fair of him
To make me feel this much
I'd go anywhere he goes

—Me tengo que ir, bonita. Búscame si necesitas algo o te vuelves a sentir así de mal ¿si? Yo así busco la manera de liberarme lo más pronto posible para poder venir y estar contigo...— asentí con una sonrisa —Pero hazlo, mi amor. Sabes perfectamente que no me gustaría, no quiero y no voy a permitir que pases por esto sola... Que yo sepa solo haz tenido dos ataques así, y he tenido suerte de estar contigo en ambos... si no no me lo hubiera perdonado. Y si me dices que haz tenido más y yo no sabía me voy a enojar mucho conmigo por no haberme dado cuenta.

—De hecho... si he tenido más.

—¿Cómo? Cuéntame eso, Giselle.— dice sentándose de nuevo en la silla en la que estaba sentado previamente.

—Charles ya te tienes que ir... No te quiero quitar más el tiempo.

—Tiempo para ti siempre voy a tener, princesa.

—No, vete ya.

—Vasseur si no me dices me voy a enojar mucho contigo.

Resoplé y me resigné.

—¿Cuando?

—En Jeddah.

—En Je... ¿Qué? ¿Tanto tiempo y no me habías dicho, Giselle?

—Estabas enojado conmigo.

—¿Por qué enojado?

—Fue cuando te pusiste celoso de Max. Te molestaste por eso y me hiciste contacto 0 todo un día.

—O sea... no. ¿Fue cuando...? No, no, no... ¿Te dio por mi culpa? No es cierto, por favor dime que no es cierto...

—Amor, amor, no, por favor para, no digas eso. No siempre me da por una razón en específico, la mayoría de los que me han dado desde que tengo memoria han sido sin razón, simplemente me dan y ya. No fue tu culpa, ni siquiera lo pienses.

—Pero yo no lo sabía y me hace sentir más culpable, princesa... ¿Si hay alguien que sepa que pasó?

—Carlos.— respondí sin pensarlo.

—Carlos... otro cabrón que no me dijo nada.

—No eches culpas donde no las hay. Creo que la que le pidió que no te dijera nada fui yo... pero no recuerdo exactamente.

—Ah, aparte se lo pediste.

—No éramos nada todavía...

—¿Y? Éramos amigos. Eso no justifica o hace válido el que le hayas pedido que no me dijera.

—Charles...

—No, ya.

—No éramos nada, pero si me gustabas ya.

Resopló.

—Vuelvo a lo mismo, eso no justifica nada.

—Dices que si no te digo te vas a enojar mucho conmigo y si lo hago de todos modos lo haces.

Destinados a ser / Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora