i'll be with you from dusk till dawn (49)

226 15 31
                                    


[Maratón 3/4]

loving you is a losing game...

—O sea que... ¿estabas en Venecia con Giselle? Claro... debí sospecharlo después de ver las fotos que subió con y de precisamente su hermana. Debí suponer que precisamente tú harías algo como eso con ese pretexto y como único objetivo acercarte más a ella.

—No fue lo que dije. Yo fui por Grace y solamente por ella. En este momento Giselle y yo estamos más alejados que nunca.

—¿Me vas a decir que no cruzaste ni una sola palabra con ella el tiempo que estuvieron ahí juntos?— no contesté, haciendo obvio lo obvio —¿Ves?

—Estábamos ahí, en el mismo país, en el mismo lugar... pero no estábamos juntos, estábamos acompañando a su hermana. Era una audición muy importante para Grace, ella quería que estuviera ahí y aún si no me lo hubiera pedido hubiera ido, no necesito tu permiso para hacer nada, ni siquiera para apoyar a una persona que significa tanto en mi vida.— soltó una risita irónica y rodó los ojos.

—Y no le dijiste, ¿verdad?

—¿Decirle qué? ¿Lo del contrato? ¿Que todo es falso?— rodó los ojos de nuevo, pero termina asintiendo —Ah... Si, si se lo dije.

—¿Qué? Charles quedamos en que...

—Pero ella merecía saberlo.

—¿Si? ¿Qué más?

—De hecho si hay algo más. ¿Quieres escucharlo? El día que estaba platicando con Grace en Mónaco no solo fue para que me recordara lo de la audición, también me dijo algo muy curioso, ¿te imaginas qué fue lo que me pudo haber dicho?

—No, y la verdad ni siquiera me interesa. ¿Por qué habrían de interesarme las palabras de la hermana de mi competencia?

—Nadie es competencia para ella, Alexandra, entiéndelo... eso deberías saberlo. Eres muy linda físicamente, si, eso no hay cómo negarlo... pero no hay quien iguale a Giss en cuanto a personalidad y sentimientos. Y con esto me acabas de demostrar que ni siquiera eres una opción para hacerlo.

—¿Cuál esto?

—Esto.— nos señalé.

—Si, apuesto a que si fuera ella misma pero en mi cuerpo de todos modos la querrías.

¿Es en serio? Creí que ya había quedado claro que... da igual. Supongo que tengo razón; no siempre importan este tipo de detalles.

—En eso tienes, pero no tienes la razón, porque no solo me encanta por su forma de ser, me gusta toda ella... y me enamoré de ella incluso antes de saber lo que era el amor en realidad.— rodó los ojos —No me importa que no quieras saber lo que me dijo Grace, de todos modos te lo voy a decir... me dijo algo que me sorprendió demasiado. No por quien, sino por qué... Me dijo que haz humillado y denigrado a Giselle de todas las formas habidas y por haber. ¿Es eso cierto?

Su semblante cambió por completo, casi como si la hubiera atrapado robando algo o algo por el estilo. Su piel se tornó blanca, pero blanca... blanca fantasma, no sé si me explique.

Blanco inhumano.

—N-no...

—Ah, ¿no? Yo le creo.

—¿Y por qué no me crees a mí?

—Porque a diferencia de ella no te conozco y no tengo la menor idea de cómo saber si me estás mintiendo o no. Con ella lo puedo notar de aquí a Mónaco.

—Pues yo no le dije ni le hice nada. Es tu decisión si me crees o no.

—¿Quieres que vayamos a preguntarle a Giselle a ver si es verdad que no le haz hecho nada?

Destinados a ser / Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora