promesas (16)

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[Maratón 2/2]

Venice, Italy

Amanecer en Venecia, con un paisaje precioso, el olor a café y galletas que inunda mi habitación desde la primera hora del día y mi novio dormido junto a mí debería estar clasificado como la mejor cosa que me ha podido pasar en esta miserable vida, hablo en serio.

Se los recomiendo.

Y es que verlo dormido en mi pecho con sus manos entrelazadas entre sí abrazando mi cuerpo es por mucho lo mejor que he visto en la vida, nunca me cansaré de repetirlo.

—¿Cuánto tiempo llevas viéndome?— pregunta después de un rato, pero sin voltear a verme... no tiene forma de saber si lo estoy viendo o no.

¿?

Debe conocerme muy bien para saber con certeza y estar seguro de ese tipo de detalles tan pequeños.

—¿Cómo sabes que te estoy viendo?— le pregunto riendo y enredando mis dedos en su largo cabello.

—Porque te conozco, bonita, ¿no quedó claro ayer?— me dice poniendo su mano en mi pierna y arrastrando sus dedos hacia arriba, haciéndome cosquillas.

Reí y entre esas risas se levantó y recargó su peso en su codo, dejando la mirada fija en mí, que aún estoy acostada.

—Buenos días, Charlie.

—Buenos días, princesa.— pone su mano disponible en mi mejilla y se acerca a mí para besarme —Ahora son aún más buenos, mi amor.— me dice volviendo a recargar su cabeza en mi pecho.

Nos quedamos así unos minutos, pero por más que intento no logro conciliar el sueño... pero cuando estaba literalmente a nada de quedarme dormida creí haber escuchado que tocaron la puerta.

Mala suerte la mía.

No contesté porque no estaba segura de si habían tocado o no, pero luego lo volvieron a hacer y confirmé que si.

—Pasa.— le digo teniendo cuidado de no hacerlo muy fuerte para no despertar a Charles... aunque en realidad no sé si si está dormido o no.

—¿Por qué no me abrías? Awwww.— dice Grace en cuanto entra a mi habitación y nos ve plácidamente cómodos acostados de esa manera.

—¿Qué?— le pregunto con una sonrisa.

—Que lindos se ven así, Gigi. Estoy muy feliz por ustedes, lo digo en serio.

Sonreí.

—¿Si?

—Nunca había dicho algo tan en serio.

Me conmovieron sus palabras, como ya les había dicho, Michael es creo que el único novio que me han conocido, y se llevaban increíblemente mal, mi mamá y Grace a pesar de que estaba relativamente chiquita lo odiaban a morir y siempre me advirtieron sobre él...

Debí haberles hecho caso desde el principio, porque siempre que intentaba meterles en la cabeza ideas "buenas" sobre él me sacaban el lado malo de esas cosas.

Destinados a ser / Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora