Tengo más de 10 años sin convivir con Charles y Carlos, desde que tengo memoria mi tío Fred me ayudó en lo que pudo para que yo pudiera asistir a la mayoría de los GP. Y de algún modo seguirlos viendo, pero ellos a mi no y no sé si se acuerden de mí. Eso me tiene un poco nerviosa, ellos eran mi vida, mis mejores amigos, pero las decisiones de mi padre hicieron que me alejara de ellos sin dar explicaciones. Si me recuerdan tal vez me odien por eso... y por no haberme despedido. Por eso no quise encontrarme con ellos antes, a pesar de tener contacto directo con ellos y de poder verlos cuando yo quisiera con solo una llamada nunca quise hacerlo, el remordimiento me comía viva.
Cuando me sentí lista para volver a verlos le pedí ayuda a mi tío, él aceptó y consiguió una forma de hacer que los acompañara por toda una temporada, al parecer les mostró uno de mis ensayos sobre el desempeño de los pilotos y los logros y podios de la escudería este último año. Tuvo que haberles parecido demasiado bueno como para que ahora quieran que vaya a vivir la experiencia un poco más a fondo y así poder describirlo mejor en los ensayos.
Pero un detalle que mi tío y yo decidimos omitir fue precisamente eso, que somos familia, es más complicado de lo que pensé. Es increíble que si su vida está tan expuesta y sea tan publica no se hayan dado cuenta o no sepan que soy sobrina del dueño de Scuderia Ferrari. Pero llegamos a un acuerdo, que él no le diría a nadie y yo tampoco, nadie lo sabría, solo nosotros.
A decir verdad, mi tío es como un padre para mi, él estuvo para mi hermana y para mi cuando mis padres se separaron, y a partir de ese momento cumple ese papel en nuestras vidas y estoy eternamente agradecida con él por eso.
Supongo que también ayudó que haya estudiado ingeniería, saber perfectamente de lo que hablan o lo que pasa con solo verlo a través de una pantalla me hace sentir orgullosa de mi.
Durante el tiempo que duró la amistad de mi padre con los padres de varios de los pilotos yo también me hice amiga de ellos, de sus hijos, no hay mucha diferencia de edad entre la mayoría de ellos y yo, así que crecimos juntos y estuve con ellos durante gran parte de su época de karting, y a sus padres los veía como tíos.
Hoy por fin es el día en el que voy a cumplir lo que me prometí cuando era pequeña, volver a reunirme con los chicos, no es precisamente cómo me imaginaba que sería, pero me conformo, lo que quiero es verlos de nuevo.
Llegué al lugar en el que me habían citado, era más grande de lo que imaginaba y más grande de lo que recordaba. Pasé gran parte de mi niñez aquí y a pesar de acordarme de la mayoría de los lugares y cosas que hay aquí lo recordaba más pequeño, pero es ENORME y creo que estoy perdida. ¿Y ahora qué hago? ¿A quién le pregunto? ¿A dónde voy? No puedo preguntarle a mi tío por obvias razones, no hay nadie a la vista y no conozco a nadie. Mis pensamientos me abrumaron demasiado, hasta que una voz los interrumpió.
-Hola, tú debes ser Giselle, ¿cierto?
Está muy... diferente.
-Hola, si.
-Mucho gusto, soy Carlos. Te noto perdida, entra a esa oficina, ahí está lo que buscas- Dijo señalando una puerta, la cual estaba a pocos metros de nosotros.
Dios mío. ¿Carlos se acuerda de mi?
-Muchas gracias, de verdad.
Toqué a la oficina que señaló, una mujer dijo "pase". Lo hice y la reconocí de inmediato, es una vieja amiga de mi tío, no sé si ella sepa quién soy, pero parece ser muy agradable.
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Destinados a ser / Charles Leclerc
FanfictionGiselle Vasseur, quien se ve obligada a cambiar su identidad con tal que no ser reconocida, como su nombre lo indica es la sobrina de Fred Vasseur, llega a trabajar en Scuderia Ferrari en la fórmula uno gracias a que su tío la ayudó a conseguir una...