CAPITULO 05.

5.9K 267 12
                                    


— ¡¿Qué?! —Su grito se escuchó en todos los rincones de la casa—. Dime que esto es una broma Camyl Turner.

—No lo es mamá.

— ¡No puedo creerlo! —Se levantó de golpe del sillón y caminó frente a nosotros de un lado a otro—. Es que simplemente no puedo creerlo. ¿Cómo se te ha ocurrido ocultarnos esto durante tanto tiempo?

—Sólo fueron dos meses.

— ¡Camyl! —Chilló y se llevó las manos a su cabeza—. ¡Dios mío, dame paciencia con mis hijos! —Exclamó mirando al techo de la casa.

— ¿Por qué no nos habías dicho nada? —Preguntó mi padre, omitiendo todo lo que estaba murmurando mi madre.

—Porque sabía que no estarían de acuerdo con que Owen volviera a mi vida.

—A tu vida no debe volver —espetó mamá—. Pero tiene que estar en la vida de Max.

— ¡Eso lo sé! Es por eso que he hecho todo esto.

—Pero me molesta que no nos hayas dicho nada, Camyl —dijo mi padre, en tono de decepción—. ¿Es que acaso no nos tienes la suficiente confianza para contarnos algo tan importante como esto?

—Sí confío en ustedes, más que en otra persona. Es sólo que tenía miedo de que reaccionaran... así. —Miré a mi madre, que seguía de pie frente a mí.

Mi madre respiró profundo y se volvió a sentar frente a mí.

—Bien, tratemos de olvidar el hecho de que no nos contaste nada... —Inhaló profundamente, creo que intentando alinear sus chacras— y dime ¿irá hoy al partido?

Mordí la uña de mi dedo pulgar pensando rápidamente si huir por la puerta del patio trasero o, seguir con esta conversación.

—Es una de las razones por las que vine a decirles todo esto ahora. No quería que él llegara y a ustedes los tomara por sorpresa. No quería que se hiciera una escena en pleno campo.

Mi madre me lanzó una de sus famosas miradas de que, si fuera por ella, congelara a su victima con tan solo observarlo, y mi padre simplemente respiró profundo.

—Debiste darnos más tiempo para asimilar todo esto, Camyl —espetó él con tranquilidad. 

—Lo sé... —bajé la mirada hacia mis manos—. Lo siento de verdad.

Un minuto de silencio después y yo quería que la tierra me tragara y me escupiese en otro lado del mundo, lejos de las miradas de decepción y molestia de mis padres.

—Ya no importa. Lo que sí te diré Camyl es que: él no debe esperar que nosotros lo recibamos con los brazos abiertos porque no lo haremos —me dijo mi madre en tono firme. —Él te hizo sufrir durante mucho tiempo y no porque sea el padre de Maximiliano será bienvenido a la familia así de fácil. 

—Él sabe que a ninguno de ustedes les cae bien. —Dije, aún con la mirada en mis manos.

—No es que no nos caiga bien o no —tomó la palabra mi padre—, es que como hombre y adulto que ya es, debe comprender que cometió errores, al igual que tú, y que esos errores tienen consecuencias con las que ambos deben lidiar.

—No quiero tener contacto con él. —Espetó mi madre, volviendo a estar histérica. La miré frunciendo el ceño mientras que mi padre apretaba el puente de su nariz y creo que le pedía a Dios que le diera paciencia—. No le quiero hablar, ni siquiera lo saludaré. —Se levantó así sin más y se alejó de nosotros. Miré a mi padre, quien suspiró fuerte y se sentó junto a mí.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora