CAPÍTULO 09.

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15 de mayo, 2015.

Los días pasaron, y Owen cumplió su promesa; durante una semana entera llamó a Max todos los días, siempre puntual después de la cena; debo decir que me impresiona el hecho que mi hijo hable tanto y con tanto entusiasmo como si de otro adulto se tratase, ¡pasan horas conversando! A veces no logro hilar todo lo que dice Max cuando habla con su padre, no sé tampoco si Owen logrará hacerlo pero, es tierno, hay que admitirlo. Pero a pesar de todas las peleas con mi pequeño para que se duerma temprano luego de pasar casi dos horas enteras hablando con su padre, estoy feliz porque temía que no se llevara bien con él, pero me equivoqué. Parece como si no hubiesen estado separados por tres años, es más, parece que se conocen desde siempre, y me alegra que así sea.

[...]

Hoy es mi cita con Owen y debo admitir que estoy un tanto ansiosa y..., preocupada. Esta será mi primera cita después de cuatro años y, a pesar de que es con la misma persona con la que estuve casi seis meses y con la cual tengo un hijo, sigo sintiendo nervios.

— ¿A dónde irás? —Me giré a verlo.

—A una cita —Elevó la vista del libro que mantenía en sus manos, y me miró por encima de sus lentes.

— ¿Con quién?

—Con el progenitor de Max —respondí simple, terminando de colocarme mis aretes—. ¿Cómo me veo?

—Como si fueras a una fiesta de etiqueta —espetó, examinando mi vestido de arriba abajo. Rodé los ojos y me senté junto a él para colocarme los tacones—. Te veo muy entusiasta.

—Entusiasta no, nerviosa sí. Tengo bastante tiempo sin ir a una cita.

—No deberías estar nerviosa, ya sabes cómo son los métodos de Owen —espetó, volviendo a su lectura. Lo miré molesta y le bajé el libro de golpe.

— ¿A qué te refieres? ¿Crees que me iré a revolcar con él? Pues te equivocas Khaled.

—Sólo digo que tengas cuidado. Todavía no confío del todo en ese chico.

—Yo tampoco, pero estoy haciendo un esfuerzo.

— ¿Por el bienestar de Max? —espetó con sarcasmo. Me quedé callada—. Todavía lo amas, Cam.

Lo observé fijamente por unos largos segundos y finalmente suspiré con pesadez.

—Nunca dejé de hacerlo. Creo que sólo tuvimos una pausa...

—Una pausa muy dolorosa ¿recuerdas?

—Sí, lo recuerdo a la perfección. —Espeté tajante—. Recuerdo las noches de insomnio donde pasaba horas llorando rememorando todo lo que vivimos. Recuerdo cada sentimiento, cada lágrima que derramé, cada ataque de ansiedad que sufrí. Todo eso lo recuerdo perfectamente, Khaled.

Khaled dejó su libro a un lado y se incorporó frente a mí tomándome por los hombros, acción que me hizo estrujar el corazón. Sé que está preocupado por mí, sólo él y Dios saben cómo realmente me dejó la ruptura o "pausa" que tuve con Owen, y comprendo que está en todo su derecho como hermano mayor y persona que me ama de estar sumamente preocupado por mí.

—No puedo evitar el sentimiento de querer estrangularlo, Camyl. Pero, estoy haciendo mi mayor esfuerzo para respirar profundo y aceptar tu decisión.

—Y lo aprecio muchísimo. —Deposité un pequeño beso en su frente y acaricié su mejilla como suele hacerlo mamá cuando nos mima.

—Te quiero aquí a las doce y media.

— ¿Ahora tomaste el rol de papá? —Cuestioné riendo.

—Sí.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora