MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)

CAPITULO 50. Parte II.

21:45hrs.

La cena trascurrió un poco... incomoda, pues presentía que en cualquier momento a Bastian se le iba a escapar lo del compromiso como le pasó hoy en la mañana con lo de Khaled pero, para mi buena suerte no dijo ni pio. Estuvo toda la cena callado, el que más habló fue mi padre el cual me preguntó cómo había salido la visita inesperada al a universidad de Khaled por lo que le conté todo lo que sucedió. Él y mamá están un poco más aliviados con el hecho de que todavía no es seguro el embarazo pues, ambos quieren que Khaled se case para poder procrear, aunque yo realmente creo que primero va a tener a su bebé y luego, quizá, se case con Nath. Lo veo venir.

A partir de lo que me pasó a mí, mis padres se pusieron más estrictos con el hecho de un anillo y un papel que diga que uno de sus hijos está casado, ya que no les gusta para nada el hecho de tener un hijo fuera del matrimonio, yo fui la única que ha roto esa regla en la familia, bueno, ahora que lo pienso Lauren está embarazada y hasta donde yo sé no está casada. ¡Somos dos "ovejas negras" en la familia entonces!

Realmente estoy asombrada con el hecho de que seré tía. Antes de convertirme en madre yo deseaba con desesperación un sobrino pero, ese deseo se vio disuelto por Bastian cuando un día tuve esa conversación con él y me dijo, de una manera muy tajante: "No voy a tener bebés." En ese momento sentí que mis deseos de consentir a un pequeño bebé y que éste cuando creciera me llamara tía se escaparon como humo por una ventana pero, luego de varios años Dave nos llegó un día a la casa presentándonos a Samantha y mis esperanzas resurgieron. Siempre había pensado que Dave sería el que me diera un sobrino primero pero, veo que ya no será así.

No sé si Khaled está preparado para ser padre, supongo que sí ya que tiene algo de experiencia por haber cuidado a Max en ciertas ocasiones pero, no es lo mismo tener un sobrino el cual sólo cuidas una o dos veces por semana, a tener un hijo el cual requiere tu atención las veinticuatro horas del día, los siete días a la semana. ¡Para nada se comparan! Espero que tanto él como Nathalie sepan hacer esto, o al menos hacer que funcione su relación con un bebé en medio porque, no es fácil.

***

Los minutos pasaban y no recibía ni siquiera un mensaje de texto de Owen. Los nervios y la angustia me estaban comiendo viva, el corazón me latía cada vez con más fuerza mientras veía el segundero del reloj analógico de mi celular moverse. Mi familia sigue despierta y no tengo ni la menor idea de cómo hacer que Owen entre sin que ninguno de ellos lo note.

Siento que mi cabeza rodara esta noche.

Solté un fuerte suspiro y pasé ambas manos por mi rostro. En ese instante mi celular vibró en mi pierna dándome un pequeño susto.

Owen: Estoy abajo. —Rezaba el mensaje de texto.

Tomé una gran bocanada de aire y salí de mi habitación a hurtadillas. Bajé hasta la mitad de las escaleras y verifiqué que mi familia estuviera viendo televisión. A los únicos que pude distinguir desde esta altura fue a Bastian y a Max, supongo que mi madre está en su habitación.

Bajé el resto de los escalones corriendo hasta llegar a la puerta del garaje. Y ahí estaba él, de espaldas, con una sudadera azul marino, un gorro de lana que mantenía cubiertos sus salvajes rizos, mientras que sus manos estaban escondidas en los bolsillos delanteros de sus tejanos.

—Owen. —Siseé para que entrara. Se volteó y me sonrió.

—Hola.

—Entra ya. —Lo jalé por el cuello de la sudadera y cerré la puerta tras—. No hagas ruido al caminar. —Le advertí y comenzamos a dirigirnos hacia las escaleras principales.