CAPITULO 26.

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02 de junio, 2015.

Me moví lentamente y abrí los ojos despacio adaptándolos a la luz del sol. Estiré un poco los brazos y me puse bocarriba, recordando que me había quedado a dormir en la casa de los padres de Owen. Al darme cuenta de eso miré inmediatamente hacia abajo y sentí un enorme alivio al ver que todavía tenía mi ropa puesta, en cambio Owen ya no tenía su camiseta, por lo cual su cálida piel me transmitía con más facilidad el calor de su cuerpo; él se encontraba dormido, como si se tratara de un oso en su época de hibernación, y con uno de sus brazos me tenía rodeada por la cintura, también una de sus piernas estaba enredada entre las mías, por lo cual prácticamente me tenía cautiva. Sumándole al hecho de que en la habitación estaba comenzando a hacer calor por los rayos del sol y porque las sábanas que nos cubrían son bastante gruesas..., no era una suma que me beneficiara a mí.

Como pude y con mucho esfuerzo tomé mi celular de la mesita de noche y revisé la hora: 09:30 a.m., pensé que era más temprano. Decidí mandarle un mensaje a Susan diciéndole que no llegaría en la mañana a la tienda. Luego le mandé otro a Khal preguntándole cómo habían pasado la noche, y después dejé el celular en su lugar, en cuanto hice esto último Owen hizo un movimiento brusco, quitando sus brazos y piernas de mi cuerpo, se dio la vuelta y se cubrió hasta la cabeza con las sábanas.

Owen se volvió a mover quedando esta vez bocabajo, y tapó su cabeza con la almohada para que la luz que se filtraba por las cortinas no le pegara a los ojos. Esbocé una sonrisa y meneé la cabeza. En ese momento las sábanas se le bajaron hasta quedar un poco más debajo de los hombros, dejándome ver una pequeña línea de tinta que se encontraba cerca de su omoplato derecho. Me acerqué más a él para poder leer lo que tenía escrito y me sorprendí bastante al leer mi nombre y al final de éste una rosa roja.

¿Se tatuó mi nombre? ¿Cuándo lo hizo? ¿Por qué no me dijo nada?

Me paralicé por un momento, sin saber qué hacer o cómo reaccionar. Estuve en ese estado por unos diez segundos hasta que decidí tocar la parte de piel tatuada con las yemas de mis dedos. No lo podía creer.

De seguro estuvo bastante tiempo sentado esperando mientras le marcaban la piel puesto que el tatuaje es muy elaborado, a pesar de ser uno algo pequeño. Utilizaron tres clases de tinta al parecer, una negra para el nombre, una azul para resaltarlo un poco y el rojo de la rosa.

Lo veía y no lo creía. Se ha tatuado mi nombre, ¿hace cuánto de esto?

Lo que me impresiona más es el hecho de que se tatuara algo sobre mí. Owen no es la clase de chico que si ve un ave volando sobre su cabeza va y se lo tatúa. No, Owen es la clase de chico que se tatúa algo que realmente es importante para él, por ejemplo su familia: Cuando tenía dieciséis se tatuó el nombre de su madre biológica junto a una pequeña dedicatoria, con la fecha de su nacimiento y la de su muerte, a un costado del cuerpo. Ése tatuaje en específico lo veo a la perfección desde la posición en la que estoy, aunque no lo puedo leer con facilidad. Sé que también tiene un árbol en la cara interna del antebrazo con los nombres de sus dos hermanas, de la señora Heather y el de su madre biológica, él me explicó que se trata de todas las mujeres importantes en su vida.

Me pregunto si...

Me levanté de la cama y me agaché a su lado pero estando en el piso, elevé con cuidado su brazo izquierdo, donde tiene el árbol, y examiné los nombres que en él tenía. Mi corazón se detuvo al ver también mi nombre en ese árbol. Cada nombre tenía una flor diferente, supongo que la clase de flor favorita de cada una de nosotras, porque al lado del mío también había una rosa. Puse mis manos sobre mi boca y meneé la cabeza, no dándole crédito suficiente a mis ojos.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora