CAPITULO 49.

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12:15hrs. /Casa Turner.

Luego de hablar con Khaled, salí de la universidad y fui a la tienda de víveres para comprar un par de cosas que hacían falta en la casa, luego de esto me fui a la casa. Al entrar percibí el aroma de una pizza recién hecha. Supuse que se trataba de Bastian cocinando pues mis padres no estaban en casa. Cerré la puerta en silencio y me fui hasta la cocina y, yo estaba en lo correcto, Bastian estaba cocinando y Max estaba sentado sobre el mesón con una almohada debajo de su pierna y estaba mirando curioso a mi hermano.

— ¿Qué hacen? —Pregunté haciéndome notar.

— ¡Mami! —Gritó Max, me acerqué y le di un abrazo y besé su frente.

— ¿Cómo te sientes mi cielo?

—Mejor, tío Tian está haciendo piza.

— ¿Sí? —Miré a mi hermano y él me sonrió.

— ¿Qué trajiste? —Me preguntó Bastian.

—Un par de cosas que hacían falta.

—Dime que trajiste tocinetas. —Imploró haciendo una mueca. Fruncí un poco el ceño y saque el paquete de tocinetas que había comprado—. ¡Sí! —Las arrancó de mis manos y se las mostró a Max—. Sí podremos hacer la pizza de tocineta, Tasmania.

— ¡Tiiiií! —Gritó Max feliz alargando la "i" en su afirmación. Negué con la cabeza y sonreí, mientras sacaba las cosas de la bolsa de papel.

— ¿Y qué han hecho en mi ausencia? Aparte de cocinar.

—Jugamos en la PlayStation... —comentó Bastian antes de que Max lo interrumpiera.

—Ti, tío Tian me dejó ganar en carrera de carros. —Dijo Max sin dejar de sonreír.

— ¿Sí?

—Sí, le gané por cinco puntos. —Comentó orgulloso mi hijo y yo le sonreí feliz.

—Sí, este pequeño es bueno en las carreras. Pero ya verás, te pido la revancha Tasmania. —Le dio mi hermano y Max sonrió.

—Les he dicho a Khaled y a ti que no le digan Tasmania —reprendí a mi hermano y él se encogió de hombros.

—A Max le gusta ese nombre, ¿no es así?

—Ti. —Rodé los ojos y sonreí.

—Hablando de Khaled... ¿Qué tal te fue? —Solté un suspiro y me senté en la mesa frente al mesón donde se encontraba montado Max.

—Bueno, me contó todo y debo decir que estaba bastante preocupado.

— ¿Se molestó conmigo por haberlo dicho?

—No, estaba más concentrado en el problema que está enfrentando junto a Nathalie. Que por cierto, hablé también con ella.

— ¿Y qué te dijo?

—Muchas cosas pero, en resumen, no es seguro lo del embarazo pues se hizo una prueba casera.

—Esas cosas no sirven.

—Se lo dije y ella se alivió un poco. Le dije que era mejor que se hiciera la de sangre y tal parece lo hará.

— ¿Khaled la acompañará?

—No lo sé —me encogí de hombros—. Primero tienen que resolver el problema, me refiero a que Nath no le ha hablado a Khal desde que le dijo lo del posible embarazo, justo como hice yo con Owen. —Tomé un trozo de zanahoria que estaba un bol transparente sobre la mesa y le di un mordisco, cual conejo.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora