MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)

CAPITULO 35.

08 de junio, 2015.

— ¡¿Qué te sucedió?! —El grito me tomó por sorpresa, haciendo que retrocediera un paso y casi volver a salir de la tienda. Antes de preguntarme la razón por la cual Susan dejó escapar ese alarido, la tenía frente a mí, mirándome de pies a cabeza—. ¡Tuviste sexo! —Me paralicé frente a ella sin saber cómo responder a esa afirmación. Luego de unos segundos sacudí la cabeza y pasé de ella para poder entrar por completo a la tienda.

— ¿Crees que algún día me acostumbraré a tu forma de ser tan... impertinente y directa? —Cuestioné.

—Estás acostumbrada ya —soltó como si no fuera la gran cosa—. No me cambies el tema Camyl Turner —me señaló con su dedo índice de manera acusadora—. Ya dejaste que Owen probara de nuevo la galleta ¿no? —Meneó las cejas de manera sugerente mientras que yo sentía como la sangre subía a mi cabeza y se alojaba en mis mejillas.

— ¡Susan! —Chillé con algo de vergüenza.

— ¡Por favor! —Se quejó—. ¡No me vengas con eso ahora! ¿Sí o no? Es solo una sílaba, me quedaré tranquila si me la dices. —Canturreó.

— ¿Por qué es necesaria esa información?

—Porque estás diferente.

— ¿En qué sentido?

—Como si hubieses pasado un excelente fin de semana. —Meneó las cejas—. Sabes a lo qué me refiero. —Meneé la cabeza y embocé una sonrisa que amenazaba con brotar de mis labios.

—Sigo siendo la misma Camyl.

—No, no, no. Ahora te ves más relajada, más liviana. ¡Y, apestas que tuviste sexo del bueno! —Gritó y yo de inmediato coloqué una mano sobre su boca.

—Cállate. —Siseé.

— ¿Sí o no? —Volvió a preguntar.

—Ahg, sí ¿satisfecha?

— ¡Oh Dios, oh Dios! ¡OH MI DIOS! —Chilló agitando las manos y sacudiéndose como si tuviera pulgas o polvo picapica. Carcajeé ante su reacción y negué con la cabeza.

—Cálmate ¿quieres? No es la gran cosa.

— ¿Qué no es la gran cosa? —Repitió con incredulidad—. ¡Estás volviendo a ser tú! Y créeme una cosa, yo amaba a la Camyl que tenía sexo todas las semanas ¿sabes por qué? ¡Porque eras más divertida! Y relajada.

Abrí la boca para protestar pero me quedé inmóvil por uno momento procesando lo que me había dicho.

—Entonces según tú me volví amargada en cuanto terminé con Owen ¿no? —Ataqué, cruzándome de brazos.

—Por favor. —Exclamó mirando al cielo—. Tú y yo sabemos la respuesta a esa pregunta Cam. —Rodé los ojos y caminé hasta la caja registradora.

—Sólo necesito saber una cosa más.

— ¿Qué otra cosa?

— ¿Hubo sombrerito para la fiesta, cierto?

— ¡Claro que lo hubo! —Chillé, abriendo los ojos como platos—. ¿Por qué piensas que no lo hubo?

—No es que lo pienso, es que la última vez me dijiste que sí terminaste con Owen y a los dos meses llegaste a mi casa dándome la noticia de que me volvería tía. Ahora tengo que preguntar para no llevarme otra sorpresita.

— ¡Susan! —Le di un pequeño empujón a lo que la pelirroja sonrió—. No tendrás otro sobrino de mi parte hasta que Max tenga diez años, eso te lo puedo asegurar.