19 de junio, 2015.
Como habíamos quedado días atrás Susan, Sam y yo, me encontraba en el centro comercial rumbo a la tienda a la que me mandó Samantha para elegir los regalos junto a Max, ya que decidí no llevarlo hoy al preescolar para que me acompañara, además, así podría terminar de comprarle lo que hace falta para el disfraz.
— ¿A dónde vamos mami? —Preguntó con curiosidad genuina.
—A elegir los regalos para tu tía Sam.
— ¿Yo también tendré regalos mami?
—Tal vez cariño. —Max me mostró una linda sonrisa y luego se abrazó a mi cuello.
Al entrar a la tienda comencé mi labor como dama de honor. Con el paso de los minutos íbamos recorriendo todo el lugar en busca de lo que había en la lista. Algunas cosas eran demasiado caras, incluso para la familia de Sam, así que decidí marcar algo menos costoso, aunque no debería meterme en eso pero, ese es otro defecto resaltante mío; me inmiscuyo donde no debo hacerlo.
—Vaya, vaya. No puedo creer lo que estoy viendo. —Una voz familiar resonó a mi espalda.
—No puede ser. —Susurré sin voltearme—. No, no es él. —Fruncí el ceño y seguí caminando ignorando por completo la voz tan familiar que acaba de pronunciar mi nombre.
—Camyl ¿me piensas ignorar? —Mi cuerpo se tensó por unos segundos ante la familiaridad de esa voz. Me giré con lentitud sobre mis talones, hacia la persona que había hablado detrás de mí y me quedé paralizada al ver de quién se trataba.
Mi aliento se escapó de mi cuerpo por unos segundos y sentí una emoción extraña en mi corazón al volverlo a ver después de tanto tiempo.
— ¿Thomas? ¿De verdad eres tú? —Murmuré, aún con el corazón en la mano. Tenía a mi primo mayor delante de mí y no podía reconocerlo.
—Yo sigo siendo el mismo —insinuó una sonrisa ladeada—, sólo que con diez años más y con más barba que antes. —Acarició su mentón y una sonrisa boba se apoderó de mí—. Ahora, la que está completamente cambiada eres tú pues, después de una década sin verte ahora tienes el cabello mucho más corto de lo que yo recordaba, eres pelinegra y... —Observó a Max
— ¡Mami! ¡Teléfono, teléfono! —Gritó mi hijo sosteniendo mi celular en sus manos. Revisé la pantalla y se trataba de un mensaje de Owen, decidí pasarlo pro alto y concentrarme en Thomas.
—Y ahora, al parecer, eres también madre —Elevé la comisura derecha de mis labios tratando de formar una pequeña sonrisa. Observé el azul cielo de los ojos de Thomas y fue en ese momento cuando supe que de verdad era él.
—En definitiva eres tú. —Dije, corriendo hacia sus brazos. Thomas me alzó por un momento del suelo y rió—. ¿Qué es lo que haces aquí? Pensé que a estas alturas de la vida te encontrabas en Alemania —Pregunté, para luego sentir unas pequeñas manos aferrarse a mi pierna izquierda, bajé la mirada y noté que se trataba de Max. Lo cargué en brazos y éste miraba con curiosidad pura a Thom quién, por su parte, también miraba con mucha curiosidad a mi hijo.
Thomas E. Turner, hijo mayor de Michael E. Turner, tío paterno de mis hermanos y de mí. Hermano mayor de mi padre y, mi tío favorito. Thom tanto para mis hermanos, como para mí, es como un hermano mayor, literalmente mayor pues es incluso mayor que Bastian, aunque sea sólo por un año. Por su parte Thomas tiene dos hermanos más: Lauren y Harrison. Lauren tiene exactamente la misma edad que Dave —nacieron un mes después del otro—, y Harrison tiene la misma edad que Khaled. Entonces, eso me deja como la menor de mis primos paternos, y de mis hermanos.
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MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)
ChickLitDespués de cuatro años y medio de separación, Owen y Camyl se reencuentran después de varios intentos fallidos por parte del joven rizado para poder ver a su amada. ¿La intención de él? Reconquistarla a toda costa pero, luego de tantas desdichas y d...