CAPITULO 53.

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12:20hrs.

Mientras esperamos a nuestros padres, ya estando en el restaurante, el rizado pidió un par de bebidas para ambos, algo que agradecí pues necesitaba bajar mi ansiedad, así sea con un simple jugo de piña.

Los primeros en llegar al restaurante fueron los padres de Owen, poco después llegaron los míos. Mientras comíamos, el señor Gerhard y mi padre intercambiaron un par de diálogos sobre negocios, mientras que nuestras madres estaban en silencio, solo se miraban de vez en cuando y les prestaban atención a sus respectivos esposos. Owen y yo, por nuestra parte, estábamos tomados de la mano debajo de la mesa, lo que hacía que mis nervios bajaran un poco de intensidad, pero con todo y que sabía que él estaba a mi lado, sentía que mi corazón en cualquier momento explotaría.

Cuando se finalizó la charla de negocios el silencio volvió a reinar en la mesa, volviendo el ambiente tenso y algo incomodo pues, nuestros padres nunca se conocieron en persona y esto, esta reunión, equivale a la primera impresión. Lo que le agrega más presión a la situación.

Yo rogaba mentalmente que mi madre no dijera algún comentario hostil acerca de cualquier cosa que pudiera molestar a los señores Ludwig, y esperaba con ansias que Owen comenzara a hablar.

Cuando terminamos de comer Owen y yo supimos que era el momento adecuado para poder hablar.

—Gracias, a los cuatro, por haber venido hoy a esta reunió —comenzó a hablar—. Nos alegra que por fin se pudieran conocer.

—Sí, ya era tiempo. —Mencionó mi madre mientras tomaba un poco de agua. Suspiré y apreté la mano de Owen entre la mía, para apresurarlo a hablar.

—Bueno —aclaró su garganta—, el motivo por el cual les pedimos que vinieran era porque Camyl y yo les tenemos un anuncio que darles. —Cuatro pares de ojos se fijaron sobre nosotros con intensidad.

—Por favor, que no se trate de otro embarazo. —Pidió, casi suplicó, mi madre mirándonos con suma preocupación.

— ¡No, no, no! —Salté de inmediato—. Claro que no. Eso no está en nuestros planes ¿cierto Owen? —Me miró y luego a mi madre.

—No, señora Turner. No es un embarazo.

—Gracias a Dios. —Puso una mano en su pecho y respiró aliviada—. Me asustaron chicos. ¿De qué trata el anuncio entonces? —Owen y yo intercambiamos una mirada.

Tomé aire y con la mano en donde tengo el anillo arreglé un mechón de cabello que me caía en el rostro. Traté lo más que pude hacer notar la enorme piedra brillante en mi mano.

— ¡Oh por Dios! —Chilló Heather, al parecer dándose cuenta del anillo—. ¡¿Eso es un anillo de compromiso?!

Mi padre casi se ahogó con su vaso de agua.

— ¡¿Compromiso?! —Repitió mi madre, mientras asistía a mi padre—. ¿Cómo que un compromiso?

—Owen hijo —habló Gerhard llamando nuestra atención— ¿le has pedido matrimonio a Camyl?

—Sí.

— ¡Oh mi Dios! —Soltó mi madre tapando su boca con ambas manos—. ¡Oh Dios mío, oh Dios mío! ¡Matrimonio!

Tomé aire.

— ¿C-cuándo se lo propusiste? —Le preguntó mi padre, ya pasando el ahogamiento que tuvo hace tan solo segundos—. Sé que han vuelto a estar juntos y resolvieron sus problemas p-pero ¿cuándo pasó eso?

Sentía que el aire a mí alrededor estaba denso y el tiempo pareció detenerse. Las risas de las personas que estaban en la mesa de al lado para mí dejaron de escucharse, no había ningún sonido a nuestro alrededor, sólo podía escuchar el latido de mi corazón y temía que fuera tan fuerte que se pudiera escuchar en la mesa también.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora