CAPITULO 17.

2.9K 120 10
                                    


— ¡Al fin llegan! —exclamó Sam.

—Lo siento, nos distrajimos. ¿Ya elegiste algún tipo de papel que te gustara?

—A Dave le gustó éste y a mí éste otro —Me enseñó dos muestras de papel; uno de un tono perla muy hermoso y otro de un color hueso con textura de flores. Ambos eran muy lindos, pero la diferencia entre ambos era bastante notoria.

— ¿En qué los puedo ayudar? —Los cuatro nos volteamos a ver un señor con cabello gris oscuro y unos grandes lentes de pasta negra.

Le di un pequeño empujón a Dave para que hablara, tardó unos segundos en reaccionar. Miró a Sam, luego a mí y luego al señor.

—Ehm, estamos aquí buscando un modelo para nuestras invitaciones.

— ¿Ocasión?

—Una boda; nuestra boda —se apresuró a decir Sam. Los ojos del señor se iluminaron junto al resto de su rostro.

—Oh, pues los modelos que tienen en las manos son muy buenas opciones.

Sam torció el gesto, dudando.

—A mí gusta el que tiene textura de flores —dijo Dave y Sam lo miró atenta. Para ella es muy importante que él se sienta cómodo con todo esto. No quiere ser esa clase de novias maniáticas que sólo piensan en sí misma, sin darle importancia a la opinión del novio. Ella quiere que él forme parte de todo este proceso.

—A mí también —secundé a mi hermano—. Es muy hermoso, y combina con la temática de la ceremonia.

—Además que ese modelo sólo estará a la venta por un mes. Es exclusivo. —agregó el señor y los ojos de Sam brillaron.

El señor dio en el clavo con ella al decir que era un modelo único, Samantha siempre ha exigido que todo sea único si se trata de ella. No le gusta ser parte del montón.

—Antes que nada quiero saber el precio. —Pidió ya casi decidida a llevarse ese modelo.

—Depende de cuántas invitaciones vaya a repartir.

La rubia me miró y yo capté su mirada al instante. Saqué de mi bolso el cuaderno con el número total de invitados y se le dije la cantidad exacta al señor, el cual comenzó a teclear un par de cosas en su computador y les dio el precio a Dave y Sam, los cuales intercambiaron un par de miradas y luego Dave asintió dando el sí definitivo.

—Esto es demasiado caro —susurró Owen en mi oído. Asentí y lo miré, articulando un lo sé con los labios.

—Bien, necesito que me den el escrito que quieren que lleven las invitaciones y los nombres de los invitados —mencionó el señor. Le entregué la libreta a Sam y le susurré:

—Los esperaremos afuera. —Ella asintió con la cabeza mientras que yo tomaba a Owen por el brazo para guiarlo a la salida del gran local.

Una vez fuera Owen gritó:

— ¡Mil dólares! ¡Unas invitaciones que tal vez hasta desechen después de la boda! —el grito fue tal que Max levantó la cabeza de su hombro, asustado y me miró confundido.

—Mami... —balbuceó restregando sus ojos, buscándome.

—Aquí estoy cielo —Sobé su espalda mientras fulminaba a Owen con la mirada.

—Papi gritó. —Frunció más el ceño, notoriamente molesto.

—Lo siento campeón, no lo hice intencionalmente. —Max cruzó los brazos y miró serio a Owen. Esa escena sí que daba risa.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora