CAPITULO 40; Parte II.

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Le di un golpe al volante haciendo sonar el claxon.

Cuando estuve un poco más tranquila levanté el rostro del volante y me miré en el retrovisor viendo que tenía el maquillaje tan desastroso como el mismísimo Joker. Tomé aire y saqué de mi bolso una toallita húmeda para terminar de quitar lo que quedaba de maquillaje en mi rostro. Luego de esto volví a mirar en el rostro visor pero algo detrás del auto me llamó la atención, se trataba del auto de Owen. Me había seguido.

Camyl. —Miré a través de la ventanilla del piloto y me horroricé al ver el rostro de Owen.

— ¡Lárgate! —Grité.

Le dio un golpe al cristal con el puño cerrado.

— ¡Abre por favor!

No, apártate del auto.

Otro golpe al cristal y sentí como la puerta vibró. Escuché un sollozo por parte de Max y me volví a él para verificar lo que yo estaba temiendo: estaba llorando.

—No llores bebé, por favor. —Tomé su mano para que supiera que todo estaba bien, cuando escuché un forcejeo fuera de la puerta, volví la mirada a Owen y me di cuenta de que estaba tratando de abrirla. Sentí un miedo espantoso azotar mi corazón; parecía una bestia enfurecida y dolida.

Sin darme tiempo de pensar marqué el número de Khal y con la misma rapidez que lo hice desaté a Max de su silla para poder bajarme por el otro lado. Mientras que por su parte, Owen le dio otro golpe a la ventanilla agrietando así el cristal.

¿Hola?

— ¡Khaled, baja ahora por favor! Owen está aquí y está a punto de romper la ventanilla del auto.

¿Qué? ¿Cómo? ¡Voy de inmediato!

Cuando logré desatar completamente a Max, Owen ya había vuelto añicos el cristal y marcó todos los botones de la puerta para poder quitarle el seguro.

Tomé a Max como pude y salí por la otra puerta.

— ¡Camyl! —Gruñó Owen al verme salir del auto.

— ¡Estás jodidamente loco! —Grité, sosteniendo a Max contra mi pecho para que no viera a su padre de esa manera tan..., furibunda.

— ¡Déjame explicarte!

— ¡Has roto el jodido cristal! ¡Estás loco!

— ¡De verdad lo siento Camyl! ¡Por favor, déjame explicarte! —Se movió cinco centímetros al contrario de las agujas del reloj y yo me moví al lado opuesto.

— ¡Auxilio! —Grité, porque de verdad me daba pánico que se me acercara estando yo con Max en brazos. Si estuviera sola lo enfrentaría, pero ahora lo que me importa es el bienestar de mi hijo.

¡Owen, aléjate de ellos ahora! —Escuché gritar a Khaled, quien se acercaba a nosotros con bate de béisbol en la mano.

—Khaled, no te metas en esto —Le advirtió Owen sin mirarlo.

En sus ojos se reflejaba el dolor y la preocupación pero yo estaba demasiado molesta como para sentir algo más que no fuera odio hacia él.

De pronto nos vimos rodeados por dos guardias de seguridad y un par de personas que pasaban por ahí en ese momento.

—Señor, le pido que por favor se tranquilice —Ordenó uno de los guardias de seguridad, acercándose un poco al moreno.

—Yo lo único que quiero es hablar con ella —Me señaló con el dedo índice. Su mano temblaba a causa de la ira—. Eso es todo.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora