CAPITULO 54.

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17:05hrs. /Casa Turner.

Después de un largo día de trabajo por fin estaba en mi casa, bueno, la de mis padres. Al llegar me di cuenta que los únicos que estaban aquí eran Nathalie y Max, lo que me sorprendió pues pensé que Bastian ya había llegado pero, al parecer no.

— ¿Cómo te fue? —Me preguntó la rubia mientras caminábamos de regreso a la sala, donde se encontraba Max viendo uno de sus programas favoritos.

—Bien, a pesar de que no me gusta cuando Lena me deja sola. Me vuelvo un desastre. —Ambas reímos—. ¿Y a ti?

La rubia suspiró fuerte y bajó la cabeza.

—Relativamente bien.

— ¿Siguen los problemas con tu mamá?

—Algo parecido. —Hizo una mueca—. No sé ni cómo me dejó venir acá ha cuidar a Max.

— ¿No has hablado con ella?

—Lo he intentado pero se rehúsa. En serio que no quiere ver a Khal, no sé cómo convencerla.

—Esto tomará un tiempo, Nath. Créeme, te lo dice una experta en el tema. —Rodé los ojos pero le sonreí—. Pronto lo aceptará, tranquila. —Le guiñé un ojo y ella volvió a suspirar. Se mantuvo unos cinco segundos en silencio.

— ¿Cómo hiciste para que tu madre aceptara a Owen? —La miré y esbocé una pequeña sonrisa

—No fue nada fácil. Al menos a ti te deja ver a Khaled, a mí ni eso me dejaba hacer. Bueno —me encogí de hombros—, yo tampoco quería ver a Owen. Tu caso y el mío son completamente diferentes.

— ¿Estuviste asustada?

— ¿Sobre qué aspecto?

—Todo. Me refiero a que —suspiró— ¿lo tomaste con tranquilidad?

—No, para nada. —Solté una pequeña carcajada—. Fue difícil para mí aceptarlo, tú lo estás tomando mucho mejor que yo. —Confesé y ella hizo una media sonrisa.

—Gracias, supongo. —Pasó las manos por su cabello y lo echó completamente hacia atrás—. Yo aún no me lo creo. Pienso que lo aceptaré cuando se me note un poco más.

—Yo lo noto. —Ella me miró con algo de incredulidad.

— ¿En serio? —Se levantó la blusa y observó su abdomen—. Yo lo veo como siempre.

—No. Tú eres de las chicas que tienen el abdomen plano, y ahora tienes una pequeña pancita.

—Pero si solo llevo unas tres semanas. No, creo que cuatro.

—Bueno, tienes un mes linda.

La rubia volvió a mirar su vientre y puso sus manos sobre él.

— ¿Es muy temprano como para querer saber cómo será? —Bromeó y ambas reímos.

—Sí, pero aquí entre nos, pienso que será rubio y tal vez con los ojos grises. —Solté de manera confidencial.

— ¿En serio? —Asentí con la cabeza.

—Khaled era rubio estando de bebé, recién nacido. Fue cuando llegó a la pubertad que se volvió castaño/pelinegro. Tú eres rubia, las probabilidades de que salga castaño son de un cuarenta por ciento.

—Me gustaría que fuera castaño. —Abrí los ojos como platos con impresión—. Todos en mi familia son rubios.

Realmente quisiera que mi sobrino y/o sobrina sea rubia, es decir, todos mis familiares por parte de padre son castaños/pelinegros. Yo nací castaña rojiza gracias a las raíces de mi madre.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora