CAPITULO 38.

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10 de junio, 2015.

Gracias a que hoy nuestro supervisor nos dio un día libre, Susan y yo nos encontramos ahora paseando por el centro comercial, viendo vestidos para damas de honor y un par de cosas para poder hacerle el disfraz a Max para la obra de teatro que tiene dentro de dos semanas.

— ¿Cómo se llama? —Pregunté con curiosidad.

En el trayecto para llegar al centro comercial Susan me fue contando todo lo que sucedió cuando asistió a una cena de negocios con su prima anoche. Emocionada me contaba cada detalle con bastante precisión, lo único que me había omitido era el nombre de lo que aparenta ser mi nuevo cuñado.

—Su nombre es Nick Garrett, es cirujano plástico. Tiene treinta años, su familia es amiga de la mía y-y-y... —Tartamudeó al final haciéndome reír. La abaniqué con mi mano temiendo que el oxigeno no llegara a su cerebro y le diera un derrame por tanta emoción que sentía.

—Oye, al menos respira —bromeé y ella rió.

—Es que si no estuvieras con Owen y hubieses conocido a Nick ¡sabrías por qué estoy así! ¡Es que es demasiado hermoso y perfecto! —Pestañeó repetidamente y se echó aire con una mano—. Es sexy, simpático, tiene una buena profesión, gana bien —movió las cejas de manera sugerente y yo negué con la cabeza—. ¡Es soltero! —Chilló zarandeándome por los hombros—. ¡Y no es gay! ¿Sabes lo difícil que es conseguir todo eso en esta ciudad! —Reí y me quité sus manos de mis hombros.

—Lo perfecto no existe, Su. No te encariñes tan rápido con él, conócelo bien antes de hacer cualquier movimiento.

La pelirroja rodó los ojos hasta ponerlos en blanco.

—Gracias por romperme mi burbuja. —Espetó

—Para eso estoy. —Bromeé y le guiñé un ojo, recibiendo una mala mirada de su parte.

—Pero sí, tienes razón. Lo perfecto no existe, y eso lo tengo bastante claro. Mañana saldremos a una cita informal —me informó—, para almorzar y ahí averiguaré un par de cosas sobre su vida. —Me sonrió y me guiñó un ojo—. Dame ideas de qué debo preguntarle.

—Hum... —Puse un dedo en mi barbilla y miré ligeramente al hacia arriba—. Dónde estudió, dónde trabaja actualmente y déjalo que te cuente algo sobre él sin que tú le preguntes. Sólo lanza una pregunta pequeña y a él se le irá la lengua solito, a los hombres les gusta presumir, les fascina tener el ego por los cielos —Espeté rodando los ojos—. Pero, si sólo habla de sí mismo dile adiós, porque entonces en un hombre muy, muy egocéntrico.

—Ese momento en el que tu amiga que estuvo soltera por casi cuatro años te da consejos de amor. —Soltó bromeando, la fulminé con la mirada y ella rió rodeando mis hombros con su brazo—. Sabes que te amo, no te pongas así.

—Tu forma de amarme me lastima. —Dije, fingiendo un dolor gigantesco en mi pecho. La pelirroja carcajeó.

—Por cierto, ¿cómo te fue en la cena? No me has contado nada. —La miré por un milisegundo—. ¿Hubo sangre, golpes, malas palabras? Dime que grabaste un vídeo si rodaron por el piso golpeándose. —Enarqué una ceja hacia ella con sorpresa.

— ¿Tú quieres presenciar una matanza de ese nivel? —Cuestioné, se encogió de hombros y ladeó la cabeza.

—Yo pagaría por ver a Bastian dándole la paliza que se merece Owen. —Dijo y yo meneé la cabeza embozando una pequeña sonrisa.

—Eres un caso perdido Susan Shields.

—Y la gente me ama por eso, cariño. —Sacudió su cabello delante de mí y yo puse los ojos en blanco casi al mismo tiempo—. Pero bueno, deja de darle larga al asunto y habla.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora