CAPITULO 41.

2.2K 76 21
                                    


26 de junio, 2015.

—Susan ve tú. La última vez que me acerqué a su cama me dio una patada por debajo del cinturón.

—Eres un cobarde Khaled.

— ¡Claro, un cobarde! Sólo porque a ti no te pateó las pelotas.

—Yo no tengo pelotas, Khal.

—Tú entendiste.

«Perfecto, van a entrar.» —Me quejé mentalmente.

La puerta de mi habitación se abrió lentamente dejando entrar la luz del pasillo. Me cubrí hasta la cabeza con mis sábanas volviéndome una oruga de sábanas.

—Largo. —Espeté con la cara metida entre las almohadas.

Desde la pelea con Owen no me he movido de la cama para nada, sólo para atender a Max y sin embargo, Khaled se ha ocupado de llevarlo a la escuela y traerlo todos los días. Lo ha cuidado la mayor parte del tiempo desde que caí en esta horrible depresión.

Lo único bueno de esto es que lo estoy tomando mejor que la última vez, el problema es que me siento traicionada, decepcionada, tonta y manipulada.

Traicionada: Prácticamente me apuñaló por la espalda al decirme lo que hacía con las mujeres en la calle. Porque, aunque sea un mínimo gesto, él les estaba dando cabida a que ellas le coquetearan. ¡Sabrá Dios si no ha pasado algo más allá de una sonrisita estúpida!

Decepcionada: Puse mi confianza en él y me traicionó. Aunque sólo haya sido el cincuenta por ciento, me di el lujo de confiar en él. Algo de lo que me arrepiento, en parte. No me gusta que me lastimen, no me gusta confiar en las personas por esa misma razón, porque a la final te decepcionas por haber puesto expectativas sobre ellos.

Tonta y manipulada: Jugó conmigo. Me hizo creer que todo iba bien hasta que consiguió lo que quería: acostarse conmigo. ¿Por qué no me di cuenta de que eso era lo que tenía en mente todo el tiempo?

Sí, puede que sí esté en ese tratamiento para controlar su muy mal carácter, pero eso no cambia como me siento yo ahora. Tal vez él esté devastado por todo esto, pero yo estoy completamente rota porque estoy viviendo mi pasado, sólo que ahora tengo un bebé por el cual vivir.

— ¿Linda? —Se acercó lentamente hacia mí y se sentó en el borde la cama.

—Susan, vete de aquí. —Espeté.

—No puedo. Es mi deber como tu mejor amiga y hermana ayudarte en tus peores momentos, aunque me salgas con malas contestas, maldiciones o incluso gritos y amenazas de muerte

Resoplé y puse los ojos en blanco.

—No quiero ver a nadie ahora.

—No te puedes echar a morir por él.

—Me siento traicionada y estúpida Susan —me puse bocarriba para verla—, no creo que sepas lo que se siente.

— ¿No? ¿Te tengo que recordar que estuve casi seis años una relación realmente tóxica con Scott? —Espetó mirándome mal, una mirada llena de decepción. Cerré los ojos y suspiré—. Yo te advertí que no confiaras en él, tú y yo sabíamos que no se puede poner el cien por ciento de la confianza en alguien como Owen, aunque sea mi amigo te lo tengo que decir.

Las lágrimas comenzaron a picar detrás de mis ojos y garganta. Tragué saliva, y suspiré exhalando con la boca abierta.

—Los relámpagos tocan dos veces ¿no es así? —Musité mirándola, tratando de tragarme las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos.

MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora