Entramos a la habitación luego de nuestro encuentro y le expliqué todo lo que había pasado con Max, mas no le dije lo que había sucedido más temprano en mi trabajo. No creo que haga falta agregarle más preocupación de la que creo ya tiene encima.
—Por Dios —Soltó pasando una mano por su boca hasta llevarla a su cuello—. ¿Hace cuánto que Max está allá adentro?
—Desde hace una hora casi. —Dije en voz baja, ya no tenía fuerzas con las cuales hablar en un tono de voz que se me escuchara bien.
— ¿Y cuánto dura una operación como esa?
—No lo sé —Me encogí un poco de hombros—. Supongo que deben faltar tres horas más...
Owen respiró profundo y apoyó los codos en sus muslos.
—Lo bueno es que sólo fue la pierna lo que se fracturó y no la cabeza o algo peor.
—Sí —Respondí con desdén y bajé mi mirada hacia el piso.
—Oye... —Se acercó y se puso en cuclillas frente de mí. Puso una de sus manos en mi muslo y con la otra apartó el cabello que me caía sobre el rostro—. Estará bien, es un niño fuerte.
—Esto no debió pasar.
—No puedes controlar todo lo que suceda en el mundo, bombón. —Alcé mi vista hacia él al escucharlo llamarme "bombón". Por alguna extraña razón eso me hizo sentir un poco mejor.
—Soy su madre Owen. Se supone que yo debo protegerlo.
—Camyl tú no puedes predecir lo que va a pasar en la vida. Tú no sabías que eso iba a suceder ¿o sí?
—No...
—No fue tu culpa. Fue culpa de la maestra que no estuvo pendiente de él. Sabrá Dios que estaba haciendo por lo cual Max se salió del salón sin que ella se hubiese dado cuenta.
Me quedé callada. Tenía muchas adjetivos despreciativos y negativos en la mente para describir a Esther y su negligencia pero simplemente no tenía las suficientes fuerzas para explicar mi rabia hacia ella.
—Ven aquí. —Me dio otro abrazo pero esta vez más corto que el primero—. Tranquila, todo saldrá bien.
Asentí con la cabeza.
— ¿Ya llamaste a tus padres? —Me preguntó.
—No, aún no. Primero quisiera hablar contigo, tenemos un asunto que resolver. —Le recordé y vi como se tensaba bajo mi mirada.
— ¿Crees que este sea un buen momento para eso? —Preguntó.
—Si no es ahora no lo haré después.
Soltó un suspiro.
—Vale... Empiezo yo ¿o...?
—Como quieras. —Dije.
—Está bien. —Tomó aire y se sentó en el piso a mí lado—. No sé por dónde comenzar —Confesó.
—Empieza por el hecho de que no me habías dicho que estabas en tratamiento. ¿Por qué?
—No es algo de lo que me enorgullezca —me miró a los ojos—. ¿Decir que tienes un problema de ira? No es algo que se pueda presumir con facilidad.
— ¿Cuánto tiempo llevas ahí?
—Dos meses desde que salí de un grupo de alcohólicos anónimos y tengo casi un año que no toco ni pruebo alcohol, en septiembre se estará cumpliendo el año. —Elevó la comisura derecha de su boca en una sonrisa muy desanimada—. Estoy yendo a un psicólogo cada dos semanas y estoy en control bajo algunos medicamentos como te mostré.
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MAD LOVE. (Saga Turner Libro I)
Chick-LitDespués de cuatro años y medio de separación, Owen y Camyl se reencuentran después de varios intentos fallidos por parte del joven rizado para poder ver a su amada. ¿La intención de él? Reconquistarla a toda costa pero, luego de tantas desdichas y d...