NARRA NOA
Cuatro meses después.
Lanzo golpes en contra de Máximo una y otra vez, en estos últimos cuatro meses ha sido mi compañero de práctica, tener un oponente me ayuda a concentrarme en mis entrenamientos y dejar de pensar.
Lanzo una patada, un rodillazo y remato con un codazo en la sien y cae al suelo completamente sudado con la camisa empapada. — dos a uno. — me burlo jadeando mientras me muevo de un lado a otro para enfriar los músculos.
Sonríe y se limpia el sudor, de un brinco se pone de pie y camina unos pasos a mí.
— te aprovechas. — dice señalándome con la toalla en su mano.
—¿Yo? — bufo.
—Tú, sabes que no me atrevo a herirte. — dice serio.
—¡jajajaja! Mejor acepta tu derrota. — río a carcajadas y me lanza la toalla al pecho.
—Tú ganas esta vez. — dice con una sonrisa.
Pego un pequeño brinquito al sentirlo muy cerca de mi cuerpo, con la toalla me limpia el sudor sobre la frente y cuello.
— ¿Cuándo me dirás? — pregunta viendo mis ojos.
—¿Qué cosa? — pregunto extrañada.
—¿Por qué me besaste aquella vez? — pregunta sujetándome de la barbilla.
—No sé de qué hablas. — bufo alejándome de él.
—Puedo hacerte recordar. — dice aprisionándome contra la pared. — estas sola, con un hombre extraño, una frágil y dulce novicia. — tuerce sus labios en una sonrisa malévola.
—Avísame cuando te lo creas. — digo alejándome de él.
—Acepta que te gusto. — insiste.
—Que no. — gruño saliendo del lugar.
—Pero me besaste. — riñe.
—Un arrebato, necesitaba un recurso y fuiste lo que tuve al alcance. — digo caminando delante de él.
Me dirijo a la salida de la capilla y abro la puerta.
— Tengo que aceptar que eres muy buena mintiendo. — dice y de un jalón me regresa al interior de la capilla.
—¡qué te pasa! — gruño.
—¿Quieres que medio convento te mire vestida así? — regaña viéndome de pies a cabeza.
¡mierda! No me puse el habito, voy con mi ropa de entrenamiento.
—Es tu culpa. — gruño y regreso al sitio oculto detrás del altar de la capilla.
—La misa iniciara pronto. — alza la voz y escucho que sale de la capilla.
En estos últimos cuatro meses me he dado cuenta que Máximo en realidad no es una mala persona, finge serlo, cosa que no le sale muy bien, o por lo menos conmigo. No solo tuve el atrevimiento de besarlo, después fingí que no pasó nada y en lugar de acusarme o propasarse. Solo dijo que no lo volviera hacer.
La razón por la cual estos meses no ha intentado besarme de nuevo es porque le es fiel a su voto, y dijo que hasta que no dejara el sacerdocio no intentaría nada conmigo, hecho que no se si agradecer o no.
NARRA ETHAN
Afganistán.
Mantengo el ritmo al igual del resto de soldados que corren delante de mí. <<Son demasiado lentos.>>
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HARAM (ELLOS Y YO)
Science FictionSEGUNDA PARTE DE MI SEMPITERNO AMOR. pueden encontrar el primer libro en mi cuenta de booknet usuario gial, se llama MI SEMPITERNO AMOR esta gratis.