CAPITULO 25

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NARRA NOA.

Mi pecho sube y baja de prisa mientras tiemblo y siento frio a causa de los nervios, siento que mis piernas pierden fuerzas aun sentada sobre la cama.

Tengo una idea. — dice Etha viendo a Sai.

—Noa, no te muevas. — dice Sai y miran las rosas negras a nuestro alrededor.

Ambos agarran un ramo cada uno y se acercan a la cama. Inician a quitarle los pétalos a cada rosa a velocidad de la luz y las lanzan sobre la cama. — ¿Qué hacen? — digo atónita viendo como dejan solo el palito de la rosa.

—No hay tiempo para preparar algo mejor por ahora. — dice Ethan agarrando otro ramo.

Van quitando todos los pétalos de todas las rosas y los ponen sobre la cama, en minutos la cama está completamente cubierta por pétalos de rosas negras y unos cuantos regados en el suelo, son tantos pétalos que son como un pequeño manto de pétalos suaves y olores a rosa.

<<A partir de hoy las rosas negras serán nuestro símbolo.>>

Tiran el ramo de mi padre a un lado y las dos rosas que me dieron las dejan sobre la mesa de noche. Cuando ya no hay ninguna rosa agarran un puñado de pétalos en sus manos y los dejan caer sobre mi cuerpo desnudo. — a partir de hoy serán nuestro símbolo. — recitan al unísono.

Nuestra extraña conexión provoca que se me erice la piel.

Me sujetan las manos y me dan un beso sobre ellas. — permítenos hacer de esta noche, nuestra noche. — pide Sai.

—Y de tu cuerpo, nuestro templo, para adorarte como la reina y diosa que eres. — dice Ethan.

<<Está sucediendo.>>

Me tiembla el cuerpo y noto que a los dos les tiemblan las manos al igual que a mí, su manzana de adán sube y baja a cada nada casi al mismo tiempo que mi pecho.

—Intentaremos ser gentiles. — dicen al unísono mientras me abren las piernas.

Lo preguntare una vez más. — comenta Sai. — ¿quieres esto? ¿quieres hacer el amor con nosotros? — pregunta viendo mis ojos.

—Sí. — digo mientras tiemblo y mis dientes parecen castañar. — Pero... no tengo condones. — digo temblando bajo el cuerpo de Sai mientras siento como su miembro rosa mi vagina.

No en tu primera vez, nosotros nos encargamos. — dice Ethan dándome seguridad. — también serás nuestra primera. — dice con una sonrisa.

—¡mentiroso! — gruño dándole un puñetazo a Sai en el pecho e intento escapar.

De nuevo me somete sobre la cama aprisionando mis brazos y piernas y me hace verlo. — ¿celosa? — dice con una sonrisa.

—¡son unos estúpidos! — gruño intentando patalear.

—Hacer el amor y tener sexo no es lo mismo. — dice Ethan en mi oído.

Serás la primera y única mujer a quien le haremos el amor por el resto de nuestros días. — recita Sai besado mi pecho. — la única con la que no usaría protección. — dice y muerde mi teta. — la única a la que deseo, la única a la que amo. — me tiembla el cuerpo y siento más frio.

—¿Entiendes? — pregunta Ethan.

—No soy idiota. — gruño y sonríe.

Libera mis brazos detrás de mi espalda y de acomoda en la cama, Sai me levanta y me recuesta entre las piernas de Ethan, siento su miembro picar en mi espalda como una enorme raíz de árbol.

HARAM (ELLOS Y YO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora