NARRA NOA
—Madre... de que hablas. — digo seria desde mi sitio.
Abre de nuevo la puerta y noto que Sergei está en la puerta. — que nadie nos interrumpa y no permitas que Damien se acerque. — le ordena y cierra de nuevo la puerta.
Camina y se sienta a mi derecha y mi tía a la izquierda.
—Noa, tomare una decisión, para hacerlo necesito escuchar la verdad. — dice ella.
—No nos mientas Noa. — pide mi tía.
El corazón me inicia a palpitar muy de prisa. Jamás lo he dicho en voz alta.
—Sin lujo de detalles. — gruñe mi madre viendo el techo.
—No hay más verdad madre, amo a mis her manos como hombres y no los puedo ver de otro modo. — digo con un nudo en la garganta.
Ella me agarra la mano. — no esa verdad. — dice seria.
—Anda, debes sanar eso. — ordena mi tía palmeando mi espalda.
—Fui al convento para alejarme de ellos. — digo con un nudo en la garganta. — al regresar fue peor, los días en el bosque solo empeoraron la situación, al final, no pudimos resistir y todo se fue al caño. — me cuesta hablar, el nudo en mi garganta me presiona el flujo de oxígeno.
—Nos equivocamos y no fuimos precavidos, fuimos dándonos de golpes, mintiendo una y otra vez para ocultar lo que pasaba, creímos que podríamos ocultarlo y que podríamos vivir con eso, por eso dijimos que ya no iríamos a ningún sitio, por eso dije que ya no iría al convento, creímos que podíamos estar juntos a escondidas. — la vista se me nubla gracias a las lágrimas.
No quiero decirlo, sin embargo, creo que debo hacerlo, qué más da.
—Con calma mi amor. — pide mi madre limpiando mis lágrimas, rompiéndome más el corazón.
—Unos días después, fuimos a la clínica y descubrimos lo que nos hizo darnos cuenta que estábamos muy equivocados y que, si seguíamos por ese camino, solo nos dañaríamos más los unos a los otros, esta—ta—ba...
El llanto no me permite continuar hablando. Mi madre me abraza fuerte. — ya está mi amor, no tienes que decir más. — susurra suave.
—E—estaba. — lloro fuerte. — estaba embarazada, de una semana. — lloro a gritos aferrándome al pecho de mi madre. — n—no queríamos tomar esa decisión, los tres sabíamos que no había marcha atrás, era lo mejor. — lloro. — mami, era lo mejor, eso pensamos. — lloro como ese día. — eran dos, eso dijo el médico. — lloro muy fuerte y siento que mi tía nos abraza apachurrándome entre sus cuerpos.
Continúo llorando mientras ellas me abrazan.
—No llores más amor, fue una buena decisión, no se equivocaron. — me consuela mi madre.
—Lo hicieron bien preciosa. — dice mi tía limpiando mis lágrimas. — no llores más, ya has llorado lo suficiente. — pide.
—¿Qué ocurrió luego de eso? — pregunta mi madre.
Hipeo por un tiempo e intento calmar mi llanto, logro controlar el dolor en mi pecho y respiro profundo... ya fue suficiente, he llorado lo suficiente. Mis bebés no estarían felices si me ven llorando cada que los recuerdo.
<<No quiero que sientan el dolor que sentí cuando veía llorar a mi madre.>>
Seré fuerte, cuando los recuerde a partir de hoy, sonreiré, porque soy afortunada, hay dos ángeles cuidándome desde el cielo, al cual nunca iré.
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HARAM (ELLOS Y YO)
Science FictionSEGUNDA PARTE DE MI SEMPITERNO AMOR. pueden encontrar el primer libro en mi cuenta de booknet usuario gial, se llama MI SEMPITERNO AMOR esta gratis.