CAPITULO 70

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NARRA NOA

Tenemos cosas que hacer. — habla mi padre poniéndose de pie.

Sobre la mesa frente a mí, posa un manojo de llaves y una tarjeta de crédito negra. — tienen seis meses de vacaciones, ¡aah! Y asegúrense de aparecen en Italia en tres días. — ordena.

Padre, no quiero ir. — me quejo.

No quiero ver a Máximo y tener que matarlo si se atreve a atacarnos. O peor aún que intente cumplir con su amenaza.

—¿Qué hacen los Durtschi? — gruñe.

—Todo perfecto, si lo arruinan lo arreglan. — dicen los gemelos sacándome la lengua.

—Padre, también prepararas nuestra boda. — bufa Lukyan abrazando a Aldric.

Ahora que lo noto, Aldric tiene cara de espanto desde hace tiempo.

—Los dos se marchan a Alemania. — gruñe. — y no regresan hasta que completen la misión. — ordena y hacen puchero.

—Padre, era tarea de Etai. — se queja Luka.

Nosotros vamos de luna de miel. — se burla Sai agitando las llaves.

<<Estamos todos locos.>>

—Ya salgan de aquí. — nos gruñe mi padre.

Con dificultad a causa del vestido me muevo y me lanzo a abrazarlo fuerte. — Papi, eres el mejor. — digo con ganas de llorar otra vez.

Lo había olvidado. — dice caminando hacia una esquina.

Regresa cargando dos gatitos... ¿más gatos? Traen una moña negra en el cuello.

—Mi amor. — le dice a mi madre. — toma a tus nuevos nietos. — le dice y mi madre lo mira con los ojos muy abiertos.

—¡Damien! Me llenaras de gatos. — dice mi madre con cara de amor agarrando a los gatitos bebés.

—A menos que los gemelos se les dé por cambiar de gustos, no tendrás nietos. — dice como si nada.

Miro que Etai solo miran el techo.

—Damien. — se queja mi madre.

Es la verdad. — bufa y la abraza. — Etai esta castrado jajajajaja. — se carcajea solito él.

—¡QUEEEEE! — grito y los volteo a ver.

—¡DAMIEN QUE HICISTE! — le grita mi madre sosteniendo a los gatitos.

—¿Qué esperas? Se lo merecían. — gruñe cruzándose de brazos.

Padre, ¡te voy a matar! — le grito caminando hacia él.

—¡Será otro día princesa! — bufa y sale huyendo.

—¡Padre te matare, juro que te matare! — le grito con rabia.

—¡Porque lo permitieron! — le grito a Etai.

Mi tía es un mar de lágrimas al igual que mi madre. Eso es por lo que caminaban raro y parecen quejumbrosos.

No es la gran cosa, solo tenemos la vasectomía. ¿madre a mi padre no le afecto o sí? — me dará un derrame cerebral.

—¡cállense idiotas! — les grito y los empujo lejos de allí.

Me arde la cara de la vergüenza. — ¡se volvieron locos! ¿Cómo le preguntan eso a nuestra madre? — gruño.

Por primera vez en una semana me doy cuenta de que estamos solos en uno de los pasillos del castillo. Los tres nos quedamos en completo silencio solo viéndonos.

HARAM (ELLOS Y YO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora