HARAM (ELLOS Y YO)

CAPITULO 63

NARRA NOA

—¿Cuál es el plan? Dilo rápido porque no tarda en llegar. — dice Lukyan.

Proceso rápido todos los acontecimientos aun con el corazón latiendo fuerte.

—Les diremos parte de la verdad. — digo seria. — diremos la razón por la cual fueron a la academia y yo al convento, y lo del hospital, diré que tuve un novio que me embarazo, recuerdan el teniente que mataron, diremos que fue él, y los gemelos serán los testigos. — digo.

—¡no! — gruñen poniéndose de pie. — ah menos que nos ayuden con Aldric. — negocian.

—Los ayudaremos. — ofrezco.

—Por ahora están aturdidos con la noticia del kínder, eso los ablandara y no serán tan severos. — digo y ellos asienten con la cabeza.

—¿Dónde tienen a Aldric? — pregunto.

—Encerrado en el pasadizo de tu habitación. — dice Lukyan.

—¡Mi habitación! — gruño.

Alzan los hombros. — era el sitio más seguro. — bufa Luka.

Justo escuchamos a uno de los hombres saludar a la zar... mi madre.

Corro al lado de Sai y finjo seguir llorando mientras le observo la espalda.

—Noa, sal de aquí. — gruñe mi madre.

—¡sí los matan! ¡tendrán que matarnos a todos! — gruño protegiéndolos con mi cuerpo.

—Hija, por favor. — pide tenue.

—¡no madre! ¡no permitiré que los dañe! — le grito.

Ingresa a la celda, observa a los gemelos y luego nos observa a nosotros.

—Mis amores. — dice acercándose. — soy su madre, jamás podría asesinarlos. — me agarra las manos.

—Vamos hablar. — dice tirando de mi mano. — síganme. — les ordena a los otros cuatro.

En silencio nos siguen mientras mi madre sujeta con fuerza mi mano... siempre he sabido que, si voy a ella, obtendré todo lo que quiero, pero quería hacerla sufrir, hasta ahora, que comprendí que si es por ellos nada me importa.

Ingresamos al castillo y hay dos enfermeras en la sala. Inmediatamente se acercan a Etai para sanar sus heridas. Noto que mi padre esta con un vaso de licor en la mano, mi tía y tío Kesar están sentados en completo silencio en los sofás a un lado de mi padre.

Camino a sentarme al sofá junto a mi madre, cerca de mi tía se sientan los gemelos, pasan unos minutos con un silencio ensordecedor mientras las enfermeras tratan las heridas de Etai. Mi padre solo nos observa a todos con odio puro en los ojos.

Después de un tiempo Etai se une con el dorso vendado completamente. — saquen a todos. — ordena mi padre hacia Sergei de pie a su lado.

Sergei se aleja y sale junto al resto del personal, nos quedamos completamente solos en el interior del castillo.

—Denle las gracias a su madre, es ella quien me ha convencido de escucharlos. Tendrán una sola oportunidad. — sentencia. — uno a uno hablaran, si las historias no coinciden, pondré una bala en su cabeza. — amenaza poniendo su pistola al frente.

—Empiecen hablar. Desde el principio. — ordena. — Ethan. — señala.

Ya entendí porque mi madre me sentó frente a ellos.