CAPITULO 56

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NARRA ETHAN

Como no lo pensamos antes, la solución estaba en nuestras narices, ahora no habrá nada que nos aleje de ella, podremos tenerla, será nuestra, solo nuestra.

—Tic, tac. — digo en su oído.

Amo esa expresión de terror en su rostro, me provoca molestarla un poquito más, palpar su miedo, lo intimidada que se nota bajo mi mirada, es excitante, es lo que más me gusta de ella.

No usare a Máximo. — gruñe y sujeto su cuello contra la pared.

Que bien se siente su piel en mis manos, su respiración pesada, sus pupilas dilatadas, paso mi mano por su abdomen hasta llegar a su vagina, caliente... húmeda... que excitante.

No puedes mentir herm anita. — recito poniendo un poco más de fuerza sobre su cuello. — Se me agota la paciencia pequeña Noa. — informo.

Con los gemelos de nuestro lado todo será más sencillo.

Seguirás negando que también lo quieres. — le dice Sai acariciando su pierna con la pistola en su mano.

—¡Mmmhghaah! — gime bajo el taco de mi mano sobre su vagina.

Es demasiado tarde para escapar, siempre ha sido nuestra, tarde o temprano la reclamaríamos.

—Por favor. — gime pesadamente moviendo su pelvis sobre mi mano.

—¿Por favor qué? — pregunto penetrándola con dos dedos.

—¡mmmhhh! — gime y muerde su labio.

Por favor, paren. — pide.

—No. — recito lento y claro penetrándola con tres dedos mientras Sai se prende de sus tetas.

—Por favor. — lloriquea mientras la estrangulo con mi mano.

Fácilmente podría liberarse de nosotros... su terquedad no le permite ver que también lo quiere. No tiene idea de lo que me provoca.

La penetro con cuatro dedos, gimotea sobre mi mano mientras Sai le muerde y chupa las tetas. — decide pronto, si entra alguien y nos descubre será tu culpa. — amenaza Sai.

Está bien. — cede. — paren por favor. — gimotea provocándome más.

—Sostenla. — le ordeno a Sai.

La levanta del suelo le bajo los pantalones con todo y bragas, Sai le abre las piernas sosteniéndola contra su pecho y sin esperar más la penetro en una estocada profunda que la hace grita... joder, amo sus gritos y gemidos.

La manera en la que su pecho sube y baja, su respiración agitada y pesada, el temblor de su cuerpo, como su vagina succiona a aprisiona mi pene, comiéndoselo por completo.

La embisto duro, entrando y saliendo se su vagina mientras me sostengo de los hombros de mi hermano.

—¿Aun quieres que me detenga? — pregunto penetrándola profundamente.

—¡aaaaah! — gime muy duro. — ¡aaaaghng! — gime una y otra vez mientras la penetro. — ¡Ethan! — gime.

—Eres nuestra Noa. — gruño estrangulando su cuello.

—¡aaaagh! — gime. — soy suya. — gime corriéndose sobre mi pene.

NARRA DAMIEN

Miro mi reloj...

Dam, relájate. — regaña mi esposa. — que se retrasen una hora no cambiara los resultados. — me abraza.

HARAM (ELLOS Y YO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora