HARAM (ELLOS Y YO)

CAPITULO 61

NARRA LUKYAN

Dos semanas después.

¡joder! Mmmh es demasiado grande... muerdo la almohada para sopórtalo.

—Ábrete, estas muy apretado. — gruñe el hombre a mi espalda.

Llevo mis manos a mis nalgas y las abro para él.

—¡aaagh! — es demasiado grande. Siento que me llena el estómago.

Acelera sus embestidas saliendo y entrando de mi agujero.

—¡aaagh! ¡Aldric! — muerdo duro la almohada.

Continúa embistiéndome sin piedad.

NARRA LUKA

Miro como Aldric monta a mi gemelo sobre mi cama... se ve delicioso...

Miro las cámaras y noto que mi padre se acerca a mi habitación.

—Padre. — Digo como estúpido corriendo a ponerme pantalones.

Aldric continúa embistiendo a Lukyan.

—Sigan allí dentro. — lo empujo al baño mientras Lukyan aún se recupera sobre la cama.

—Y no hagan ruido. — regaño terminando de vestirme.

Roció ambiental por toda la habitación y justo escucho un golpe en la puerta. Sin darme tiempo la puerta se abre. — padre. — digo alcanzando a ocultar el monitor de la cámara.

—Me puedes explicar que significa esto. — gruñe lanzándome un folder.

Reviso rápido... mierda...

—Padre... yo...

—¡Lo dejaron con vida! — alza la voz furioso. — ¿Dónde está? — gruñe. — ¿Dónde lo ocultan? — me mira con odio.

Trago seco y levanto la cara.

—Damien, permítele explicar las cosas. — ingresa mi madre. — Luka, habla. — me ordena.

—Es nuestro novio, no podemos asesinarlo. — miento... el hombre nos odia.

Nos folla, pero nos odia por tenerlo cautivo.

—¿novio? ¡les lleva diez años! — gruñe mi madre. — me dará algo. — dice echándose aire en la cara con una mano.

—No era más fácil decir eso desde el principio. — alza la voz. — los dos perdieron mi confianza. — sentencia y siento que la cague muy feo. — tienen dos horas para traerlo ante mí. — ordena y se marcha.

—Luka, cometieron un error, no creo que podamos tenerles confianza. — regaña mi madre y se marcha.

Sus palabras me duelen... no era la idea. Y justo el día de nuestro cumpleaños...

NARRA DAMIEN

—Amor no seas tan severo con ellos. — pide Ethel a mi espalda.

—Son muy irresponsables, Ethi, no te metas, permite que les de la lección. — pido.

—Está bien, solo no seas muy severo, es su cumpleaños. — están cumpliendo dieciocho años, con mayor razón deberían ser más responsables.

Ingreso a mi despacho privado y cierro la puerta... aun me es difícil asimilar que mis gemelos sean gay... por lo menos ellos hasta ahora no me han dado más dolores de cabeza.