HARAM (ELLOS Y YO)

CAPITULO 71

NARRA NOA

Le doy un beso en la mejilla a mi madre, uno a mi tía y un abrazo a mi tío Kesar.

—Asegúrense de volver pronto. — comenta mi madre.

—Lo tendré en mente. — le sonrió. — seis meses pasan rápido.

Mi tío y Etai se alejan un poco, mi madre agarra mis manos y acaricia mi mejilla.

—Hija, Máximo es un buen hombre. — dice y frunzo el ceño. — no merece morir. — comenta.

—Madre, eres la menos indicada para decirme eso. — gruño.

Quien mato al hombre que dijo amar y quien era su supuesta alma gemela, es la menos indicada para decirme que hacer con Máximo.

—Noa. — regaña mi tía.

—Alexandre no era Máximo. — gruñe mi madre. — no quiero que tengas arrepentimientos en un futuro. — comenta tenue.

—No los tengo ni los tendré. — digo seria. — conservara su vida siempre y cuando no me ataque, recuerda que nos declaró sus enemigas. — gruño.

—No seas testaruda. — dice mi tía.

—¡Sí tanto les preocupa su vida! ¡acudan a esa dicha gala las dos! — gruño cruzándome de brazos. — ¡porque insisten! ¿Qué quieren obtener con su insistencia? — las miro a los ojos con odio.

—Queremos nietos y con él puedes dárnoslos, esa es la verdad. — dice mi tía.

Las miro con la sangre hirviendo de coraje. ¡solo les importa su estúpido deseo! ¡también quería ser madre! ¡y ahora estamos condenados!

—¡LO MATARE CON MIS PROPIAS MANOS! — grito con rabia. — ¡cómo pueden traicionarme de ese modo! — grito furiosa.

—Noa, ¿Qué ocurre? — se acerca Ethan.

—¡NADA! — le grito. — nos vamos. — ordeno caminando al jet.

—¿Qué le dijeron? — escucho que les gruñe.

—Una pequeña broma, esta insoportable. — escucho decir a mi madre.

NARRA SAI

Mi madre y mi tía aman poner de mal humor a Noa. La miro dar zancadas y montarse al jet.

—Madre. — hablan al unísono los gemelos.

Aldric sostiene de la mano a Luck... como si fuesen dos perfectos enamorados... odio ver a ese tipo cerca de mis her manos. Esos dos son unos idiotas.

—Nosotros también nos marchamos. — avisa Lukyan.

Mi padre solo nos observa a la distancia con los brazos cruzados... supongo que es muy difícil para todos, más para él. Después de todo, Noa es ahora nuestra esposa y eso se lo agradeceré toda mi vida.

—Señora, fue un placer conocerla. — le dice Aldric.

—No opino lo mismo. — le gruñe mi madre viéndolo de pies a cabeza. — ¡crees que puedes llevarte a mis hijos! Viejo rabo verde. — dice cruzándose de brazos.

—Lo lamento mucho. — dice Aldric inclinando la cabeza. — esa no es mi intención. — se inclina más.

Siento que esos tres están actuando.

—¡les llegas a provocar el más mínimo de los daños y haré de tu vida un infierno! — lo amenaza.

—Descuide, prometo cuidar de ellos. — parece que a los gemelos se les ilumina la mirada. — los protegeré con vida. — dice inclinado.