NARRA SAI
Suiza
Camino junto a mi hermano fuera de los dormitorios de Le Rosey, el instituto donde hemos permanecido los últimos cinco años.
—Padre ¿Dónde está mi madre? — pregunto al notar a mi padre solo.
Está de pie en el umbral mientras un grupo de "señoritas" lo observan casi babeando por él.
—No me preguntes. — dice viendo mi maleta.
—¿Planean mudarse o algo? — bufa.
—Dijeron que venían por nosotros. — dice Ethan.
—Sí. — argumenta alzando una ceja.
—De vacaciones. — bufa con sarcasmo mientras ve su reloj.
En silencio los tres esperamos a que mi madre aparezca, pasan los minutos y mi madre no muestra señales de vida.
—Padre, ¿A dónde fue mi madre? — pregunta Ethan.
Justo la visualizamos aparecer caminando dignamente por el pasillo que da a los dormitorios femeninos... sonríe grande al verme.
—¿Todo listo? — dice sonriente al acercarse.
—Bien, nos vamos. — dice mi padre.
Los cuatro caminamos fuera del lugar, antes de llegar al helicóptero escuchamos a alguien gritando el nombre de mis padres.
—¡Señores Durtschi! — gritan más cerca.
Miro al director del instituto ir corriendo detrás de nosotros. Esperamos a que llegue.
—Señores Durtschi. — habla agitado.
Mis padres solo lo miran con la cara seria.
—Hay seis señoritas acusando a la señora de haberlas golpeado. — dice agitado y mi madre se hace la ofendida.
Pone una cara de yo no fui que la conocemos muy bien de que si fue.
<<¡ay mi madre!>>
—¿Disculpe? — gruñe mi padre.
—Podrían venir un momento para arreglar el malentendido. — pide intentando recuperar el aire.
Mi padre mira su reloj de nuevo.
—Cinco minutos. — dice mi madre.
De nuevo regresamos al interior esta vez a la oficina del decano. Ingresamos y casi se me cae la cara de vergüenza al ver a Nicky, Aliza, Nora, Pía, Luisa, Luz y Lidia despelucadas lloriqueando con algunos hematomas en los brazos.
—Señoritas ellos son los señores Durtschi. — habla el decano.
—Ellas son las seis señoritas que acusan a la señora Durtschi de haberlas agredido. — dice señalándolas.
—¿Qué mi madre hizo qué? — gruñe Ethan viendo a las seis.
—Ethan, tú madre me acuso de ser poca cosa, dijo que no soy digna de ti. — lloriquea Pía.
Se pone de pie e intenta agarrarle la mano a Ethan, que solo se hace para atrás para evitarla.
—Madre, ¿te hirieron? — pregunta Ethan hacia mi madre.
Me acerco a mi madre, sujeto sus manos, le reviso el rostro, el cuello, los brazos, parece que no tiene ningún rasguño, incluso su cabello parece perfectamente peinado.
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HARAM (ELLOS Y YO)
Ciencia FicciónSEGUNDA PARTE DE MI SEMPITERNO AMOR. pueden encontrar el primer libro en mi cuenta de booknet usuario gial, se llama MI SEMPITERNO AMOR esta gratis.