CAPITULO 4

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NARRA SAI

Suiza

Camino junto a mi hermano fuera de los dormitorios de Le Rosey, el instituto donde hemos permanecido los últimos cinco años.

—Padre ¿Dónde está mi madre? — pregunto al notar a mi padre solo.

Está de pie en el umbral mientras un grupo de "señoritas" lo observan casi babeando por él.

No me preguntes. — dice viendo mi maleta.

—¿Planean mudarse o algo? — bufa.

Dijeron que venían por nosotros. — dice Ethan.

Sí. — argumenta alzando una ceja.

De vacaciones. — bufa con sarcasmo mientras ve su reloj.

En silencio los tres esperamos a que mi madre aparezca, pasan los minutos y mi madre no muestra señales de vida.

Padre, ¿A dónde fue mi madre? — pregunta Ethan.

Justo la visualizamos aparecer caminando dignamente por el pasillo que da a los dormitorios femeninos... sonríe grande al verme.

—¿Todo listo? — dice sonriente al acercarse.

Bien, nos vamos. — dice mi padre.

Los cuatro caminamos fuera del lugar, antes de llegar al helicóptero escuchamos a alguien gritando el nombre de mis padres.

—¡Señores Durtschi! — gritan más cerca.

Miro al director del instituto ir corriendo detrás de nosotros. Esperamos a que llegue.

Señores Durtschi. — habla agitado.

Mis padres solo lo miran con la cara seria.

Hay seis señoritas acusando a la señora de haberlas golpeado. — dice agitado y mi madre se hace la ofendida.

Pone una cara de yo no fui que la conocemos muy bien de que si fue.

<<¡ay mi madre!>>

—¿Disculpe? — gruñe mi padre.

—Podrían venir un momento para arreglar el malentendido. — pide intentando recuperar el aire.

Mi padre mira su reloj de nuevo.

Cinco minutos. — dice mi madre.

De nuevo regresamos al interior esta vez a la oficina del decano. Ingresamos y casi se me cae la cara de vergüenza al ver a Nicky, Aliza, Nora, Pía, Luisa, Luz y Lidia despelucadas lloriqueando con algunos hematomas en los brazos.

Señoritas ellos son los señores Durtschi. — habla el decano.

Ellas son las seis señoritas que acusan a la señora Durtschi de haberlas agredido. — dice señalándolas.

—¿Qué mi madre hizo qué? — gruñe Ethan viendo a las seis.

Ethan, tú madre me acuso de ser poca cosa, dijo que no soy digna de ti. — lloriquea Pía.

Se pone de pie e intenta agarrarle la mano a Ethan, que solo se hace para atrás para evitarla.

—Madre, ¿te hirieron? — pregunta Ethan hacia mi madre.

Me acerco a mi madre, sujeto sus manos, le reviso el rostro, el cuello, los brazos, parece que no tiene ningún rasguño, incluso su cabello parece perfectamente peinado.

HARAM (ELLOS Y YO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora