CAPITULO 53

1.1K 114 0
                                    

NARRA NOA

¡mierda! Dulce... nos va a descubrir.

—¿Varias horas? — gruño muy bajito en medio de los cuerpos de Etai.

Son las seis de la mañana. — dice bajito Ethan... ¡queeee! ¿Cuánto tiempo? Mejor no pienso.

Nos movemos y jalo mi ropa para vestirme. Noto que se acerca a la carpa. Le doy un codazo a Ethan. — Ya la noté. — gruñe bajito y sale de la carpa para evitar que ingrese.

Dulce, ¿despertaste temprano? — le dice mientras solo miro su silueta.

—Noa no está en la carpa. — comenta.

—Seguramente esta con Máximo. — la voz de Ethan parece molesta. — ¿quieres dar un paseo? — le pregunta.

Sí. — responde ella. — iré por mi abrigo. — noto que se alejan.

—¿Es un día seguro? — pregunta Sai.

—¿ah? — Digo confundida. — creo que sí. — digo pensativa.

—Bien. — dice y sale de la carpa.

Termino de vestirme, me acomodo el pelo, y por más que lo intente apesto a sexo. — ya puedes salir. — habla Sai bajando el zipper de la carpa.

Salgo y me escabullo de regreso a mi carpa.

Me pesan los ojos, miro el techo anaranjado... no dormí en toda la noche, tengo demasiado sueño...

NARRA MAXIMO.

Salgo de la carpa y noto que Sai está de pie frente a la fogata, prendiendo la lumbre de nuevo.

—Buen día. — saludo.

Hola. — dice como si nada.

—¿Noa ya despertó? — pregunto. — dormí como un tronco. — confieso.

Ni siquiera sentí la noche pasar.

Creo que no. — dice serio y continua lo que sea que está haciendo.

Desde ayer están extraños, parece que ya no me odian como solían hacerlo, desde que los tres desaparecieron una media hora y regreso cada uno por su lado.

Camino a la carpa de Noa, Sai solo me ve de reojo, a diferencia de otras veces ni siquiera me intenta detener. Bajo el zipper y noto que Noa está profundamente dormida, su compañera parece no estar e imagino que es por la misma razón que no mire a Ethan.

Regreso al lado de Sai. — está durmiendo. — digo.

Seguramente le fue difícil dormir. — dice serio.

Me sorprende lo mucho que la protegen y cuidad, he visto her manos sobreprotectores, pero ellos, rebasan los límites, y siendo que son los hijos de la mujer más temida, supongo que todo tiene un poco de sentido, nunca saben quién podría ser su enemigo o intentaría matarlos.

NARRA DULCE.

Ethan camina a mi lado observando los árboles, cada paso nos alejamos más del campamento, y mis pensamientos no dejan de aumentar su morbosidad, es obvio porque me ofreció una caminata y porque nos alejamos tanto. La fantasía de hacerlo al aire libre, me hace sonrojar.

Agarro su mano y solo me mira normal. No me aleja y eso ya es un gran paso, seguimos caminando mientras yo agarro su mano. Me paro frente a él y lo miro a los ojos. — ¿y mi beso de buenos días? — digo coqueta.

HARAM (ELLOS Y YO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora