HARAM (ELLOS Y YO)

CAPITULO 80

NARRA NOA

Ingresamos al hotel donde nos estamos quedando. Sigo en completo silencio y con nausea.

—¿Qué creen que hacen? — le gruño a Etai en el momento que Max se aleja a hacer una llamada.

—Noa. — ambos me miran. — seas nuestra hermana, novia o esposa, te daremos todo lo que quieras. — dice Ethan.

—No hay nada en el mundo que no puedas tener. — dice Sai. — es la magia de ser tú. — sonríe.

El corazón me palpita con fuerza... no podían ser más perfecto. Me lanzo sobre Ethan y lo abrazo. Le doy un beso.

—Te amo. — le susurro en los labios. — te amo Ethan. — él sonríe.

—Lo sé pequeña. — sonríe y me vuelve a besar.

Abrazo a Sai y lo beso. — Sai, te amo tanto. — lo vuelvo a besar. — te amo mi amor, eres el amor de mi vida. — confieso besándolo mientras el masajea mis nalgas.

—Y porque quiero un hijo. — dice y lo miro mal.

—¿Qué? — gruño.

Alza los hombros y niego con la cabeza... debí saberlo.

NARRA SAI

—Admito que aún estoy considerando la idea. — bufo sosteniendo a Noa.

—Idiota. — me gruñe con una sonrisa.

—Solucionado. — habla Máximo acercándose.

—¿Qué cosa? — pregunta Noa.

—Uniremos la mafia. — comenta.

—¿Ah? mm...

—¡Noa! — digo aterrado viendo que se desmayó en mis brazos.

—¡Noaa! — la sacudo.

—Tengo el auto listo, vamos al médico. — comenta Máximo.

Salgo corriendo con Noa en brazos mientras ellos me siguen.

—¡Idiota! — me grita Ethan cuando casi estrello la cabeza de Noa en la pared.

Me la quita y se monta al auto. Llegamos en minutos al hospital, la ingresan y los tres la seguimos.

Pasan unos minutos, la examinan, le sacan una muestra de sangre y le colocan un algodón con alcohol para que reaccione.

—¿Hospital? — es lo primero que dice al vernos.

—¿Cómo te sientes? — le pregunta Ethan acercándose.

Máximo se acerca del otro lado a sujetar su mano.

—Estoy bien, no tienen que exagerar. — dice viéndome. — Sai, ven aquí. — pide estirando su mano.

Me acerco y le sujeto la mano, acuna mi rostro y sonríe. — no moriré. — susurra y me besa. — no me veas con esos ojos por favor. — pide logrando que me dé un vuelco el corazón.

—Noa, te amo. — susurro contra sus labios.

Tengo miedo de perderla, miedo que la cirugía saliera mal. Todo es demasiado perfecto para ser verdad... por primera vez, me siento temeroso.

—La señora Durtschi—a. — habla el medico al ingresar.

Me separo de ella y asentimos con la cabeza. Se sienta en el escritorio dentro de la habitación y revisa la carpeta en su mano.