1. Cuatro

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El amanecer rompía lentamente sobre la mansión, proyectando un suave resplandor dorado a través de las amplias ventanas del dormitorio de Jimin y Yoongi

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El amanecer rompía lentamente sobre la mansión, proyectando un suave resplandor dorado a través de las amplias ventanas del dormitorio de Jimin y Yoongi. La tensión de los últimos días parecía lejana mientras los primeros rayos del sol iluminaban la habitación. A diferencia de la habitual atmósfera cargada de estrategia y planificación, ese día traía consigo una serenidad inusual, una pausa en el ritmo implacable que marcaba la vida de Jimin como líder de la bratva.

Yoongi se despertó primero, sintiendo el calor del cuerpo de Jimin a su lado. Al girarse, observó a su esposo profundamente dormido, con el rostro relajado y una expresión de paz que rara vez mostraba. Jimin, en sus sueños, parecía vulnerable, casi infantil, una imagen que contrastaba enormemente con su usual presencia poderosa y dominante.

Yoongi sonrió suavemente, su mano acariciando el cabello oscuro de Jimin, enredando sus dedos en los mechones suaves. No pasó mucho tiempo antes de que Jimin empezara a moverse lentamente, despertando al sentir el tacto familiar de Yoongi. Abrió los ojos perezosamente, y lo primero que vio fue a Yoongi, quien lo miraba con una mezcla de amor y ternura.

— Buenos días, amor — murmuró Jimin, su voz aún ronca por el sueño.

— Buenos días -respondió Yoongi, inclinándose para darle un beso suave en los labios —¿Dormiste bien ?

Jimin asintió, estirándose perezosamente antes de acercarse más a Yoongi, envolviéndolo con sus brazos en un abrazo cálido. La idea de quedarse allí, en la cama, con Yoongi y su bebé, sin preocuparse por el mundo exterior, era tentadora. Por un momento, Jimin se permitió esa fantasía.

— ¿Cómo te sientes hoy? — preguntó Jimin, con la voz llena de preocupación mientras deslizaba una mano hacia el vientre de Yoongi, acariciándolo con delicadeza.

Yoongi sonrió ante el gesto, sintiendo el calor de la mano de Jimin sobre su piel.

— Me siento bien, un poco cansado, pero bien — respondió, tomando la mano de Jimin y apretándola suavemente. — El bebé está tranquilo hoy.

Jimin soltó una risita suave, inclinándose para besar el vientre de Yoongi, un gesto que se había convertido en parte de su rutina matutina. Era una manera de conectarse con el pequeño ser que crecía dentro de su esposo, una promesa silenciosa de amor y protección.

— Hola, mi bebito —susurró Jimin con una sonrisa adorable en los labios. — Soy tu papá, Jimin. Quiero que sepas cuánto te amamos tu papi Yoongi y yo. Estoy deseando verte, sostenerte en mis brazos y decirte lo mucho que significas para nosotros.

Yoongi observó a Jimin con el corazón lleno de emoción. Ver a Jimin, el hombre temido y respetado por muchos, transformarse en una figura tan tierna y cariñosa era un recordatorio de lo afortunado que era de tenerlo en su vida. La dureza que Jimin mostraba al mundo exterior se desvanecía completamente en esos momentos íntimos, revelando al verdadero Jimin: un hombre profundamente enamorado y dispuesto a hacer cualquier cosa por su familia.

Its definitely you - Jimsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora