2. Veintidos

75 11 1
                                    

Al amanecer, cuando el sol apenas comenzaba a iluminar los vastos terrenos de la mansión, Jimin y Yoongi llegaron de regreso después de su escapada. A pesar de la calma exterior, había una tensión palpable en el aire. Nada más descender del automóvil, fueron recibidos por Namjoon y Seokjin, quienes los esperaban en la entrada principal con expresiones serias.

—Minho se fue temprano esta mañana —informó Namjoon, con voz grave—. Se llevó a Taemin y a Minseok a un lugar seguro. Dijo que regresará lo antes posible una vez que se asegure de que están fuera de peligro.

Yoongi asintió, aunque una sombra de preocupación cruzó por sus ojos. Sabía que Minho haría todo lo posible por proteger a su familia, pero la incertidumbre de la situación comenzaba a pesarle.

—Taemin quería que se despidieran de Minseok, pero como no estaban aquí cuando partieron, dijo que intentaría llamarlos más tarde —añadió Seokjin, con una sonrisa suave que no lograba ocultar su propia preocupación.

Jimin apretó suavemente la mano de Yoongi, transmitiéndole su apoyo silencioso. Ambos asintieron y siguieron a Namjoon y Seokjin hacia el despacho, donde la atmósfera se volvía aún más tensa.

—Los hombres están reunidos en el despacho —dijo Namjoon mientras caminaban—. Kihyun ha descubierto algo y dice que debemos estar en alerta máxima.

Al llegar al despacho, el aire estaba cargado de expectación. Los miembros de la bratva ya estaban reunidos, todos en silencio, esperando la llegada de su líder. Jimin entró primero, recibiendo los saludos respetuosos de sus hombres. Sin embargo, esta vez había algo diferente: Yoongi no se quedó atrás ni se mantuvo al margen. En lugar de eso, caminó junto a Jimin y, cuando Jimin se sentó en su silla habitual, Yoongi tomó su lugar a su lado, como siempre debió haber sido.

Kihyun, quien estaba de pie al frente, miró a Jimin y luego a Yoongi antes de comenzar a hablar.

—Descubrí algo importante —empezó, su voz firme pero cargada de preocupación—. Uno de los dos hombres que capturaron junto conmigo estaba hablando por teléfono. Pude escuchar parte de la conversación. Mencionaron que atacarían en la madrugada, pero no dijeron cuándo exactamente. Fue lo único que pude entender antes de que la llamada terminara.

Un murmullo recorrió la habitación mientras todos asimilaban la información. Jimin intercambió una mirada con Yoongi, ambos sabían que esto significaba que el peligro era inminente, y no podían permitirse bajar la guardia.

Justo en ese momento, la puerta del despacho se abrió y Jungkook entró, arrastrando a los dos hombres capturados. Ambos estaban en un estado deplorable, visiblemente golpeados y con signos de tortura. Estaban amordazados, sus ojos reflejando miedo y desesperación. Jungkook los empujó hacia el centro de la habitación con una expresión severa.

—Uno de ellos finalmente habló —anunció Jungkook, con voz fría—. Pero lo que dijo no es lo que esperábamos. El objetivo no eres tú, Jimin. Es Yoongi.

El silencio en la sala fue inmediato, denso como una niebla. Jimin sintió que su corazón se detenía por un segundo, sus ojos se abrieron con incredulidad y temor. Todo su cuerpo se tensó instintivamente, y su mano se cerró con fuerza sobre la de Yoongi.

—¿Qué acabas de decir? —preguntó Jimin, su voz temblando ligeramente, aunque trató de mantener la compostura.

—El objetivo es Yoongi —repitió Jungkook con seriedad—. No sabemos por qué, pero han dejado claro que no eres tú quien les interesa en este momento, sino él.

Yoongi se quedó inmóvil, su rostro palideciendo. El peligro que había acechado en las sombras ahora se hacía más real, más personal. Jimin lo sintió como un golpe en el estómago, el miedo de perder a Yoongi se apoderó de él como una ola de frío.

Its definitely you - Jimsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora