Los días que siguieron a la tragedia fueron una dura batalla para Yoongi. La pérdida de su bebé seguía siendo un dolor insoportable, pero había decidido que debía avanzar. Aunque el duelo sería una carga constante, Yoongi entendía que la venganza le ofrecía una forma de canalizar su dolor y, de alguna manera, encontrar justicia.
Esa mañana, Yoongi se arregló con determinación. Se vistió con un conjunto que le permitiera moverse con facilidad y se dirigió hacia el despacho de Jimin. Sabía que no podía quedarse inactivo; necesitaba participar en el plan para enfrentar a aquellos que habían destruido su vida.
Al entrar en el despacho, el ambiente estaba cargado de tensión. Jimin estaba inmerso en la organización de sus hombres, rodeado de mapas y documentos, cuando vio a Yoongi aparecer. La sorpresa y la preocupación se dibujaron en su rostro de inmediato.
—Amor, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó Jimin, acercándose con rapidez. —Debes volver a la habitación. Estás en recuperación, no puedes estar aquí.
Yoongi levantó la mirada, sus ojos llenos de una determinación fría y calculada que Jimin no había visto antes.
—No, Jimin. Quiero estar aquí. Quiero formar parte del plan. Quiero acabar con ellos también.
Jimin se quedó perplejo. No había rastro del Yoongi tierno y vulnerable que solía conocer. En su lugar, estaba un Yoongi con una resolución dura y decidida.
—Yoongi, no sé si esto es lo mejor para ti —dijo Jimin, su preocupación evidente. —Tu salud es lo más importante. No quiero que te pongas en riesgo.
Jungkook, que había estado observando la escena, se adelantó y ofreció una solución.
—Si Yoongi está decidido a estar involucrado, podría entrenarlo —sugirió Jungkook. —Puedo ayudarlo a recuperar su fortaleza y prepararlo para cualquier cosa que venga.
Jimin miró a Yoongi, que lo observaba con una mezcla de esperanza y desafío. El contraste entre el Yoongi actual y el que solía ser le chocó. No era el mismo hombre que se había acurrucado en su pecho días atrás, pero la firmeza en su mirada demostraba que estaba listo para enfrentar lo que fuera necesario.
—Yoongi, estás en recuperación —dijo Jimin finalmente, con una voz cargada de tristeza y aceptación. —Pero si esto es lo que realmente quieres, no puedo detenerte. Solo prométeme que serás cuidadoso y que escucharás a Jungkook.
Yoongi asintió, una chispa de gratitud en sus ojos.
—Lo prometo, Jimin. Solo quiero que esto acabe, y que puedan pagar por lo que nos hicieron.
Jimin miró a Jungkook, quien asintió en señal de comprensión. Aunque estaba preocupado, sabía que Yoongi estaba decidido a formar parte de la batalla y que no podría convencerlo de lo contrario.
—Entonces hazlo —dijo Jimin con un suspiro resignado—. Pero recuerda, lo más importante es que regreses a casa sano y salvo. No quiero perderte también.
Jungkook se acercó a Yoongi, dispuesto a empezar el entrenamiento que le ayudaría a recobrar fuerzas y habilidades necesarias. Mientras Jimin se quedaba atrás, observando cómo Jungkook y Yoongi se preparaban, su mente estaba llena de pensamientos contradictorios. Sabía que el deseo de venganza de Yoongi era comprensible, pero el riesgo era alto.
—Voy a hacer que paguen por todo —murmuró Jimin para sí mismo, con una furia contenida en sus palabras—. Lo juro. No habrá paz hasta que cada uno de ellos pague por el dolor que nos han causado.
Con una nueva determinación, Jimin se volvió hacia sus hombres, listo para continuar con el plan mientras Jungkook guiaba a Yoongi en su preparación. Aunque la batalla por la justicia estaba lejos de terminar, el primer paso había sido dado. La venganza, al menos, estaba en marcha
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Its definitely you - Jimsu
FanfictionEn los oscuros y peligrosos bajos fondos de Moscú, Park Jimin, el despiadado líder de la temida bratva, gobierna con mano de hierro. Su fama de ser cruel, inhumano y letal con sus enemigos y traidores es bien conocida. Nadie se atreve a desafiarlo...