2. Seis

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La mansión secreta estaba rodeada de un bosque denso y verde, un lugar apartado del bullicio y protegido de las amenazas externas. El ambiente era sereno, pero el aire cargaba un aura de tensión y cansancio tras el reciente ataque.

Cuando Jimin y Yoongi llegaron, Minho y Taemin, quienes se habían mudado a la mansión por seguridad, los recibieron con calidez. Minho se acercó con una sonrisa en el rostro, mientras Taemin, con un gesto de alivio, los guió hacia el interior.

Yoongi, después de haber sido atendido en la pequeña enfermería de la mansión, parecía más relajado a pesar de su herida. La primera cosa que hizo fue buscar al pequeño Minseok, quien estaba en brazos de Taemin. El bebé estaba radiante, sus ojos brillaban al ver a Yoongi acercarse.

Con una sonrisa afectuosa, Yoongi tomó al bebé de los brazos de Taemin. Minseok, emocionado, estiró los bracitos hacia él y comenzó a balbucear de alegría. Yoongi, a pesar del dolor, mostró una ternura sin igual mientras besaba la carita del pequeño, sus movimientos llenos de amor y cuidado.

—He escuchado que has sido todo un héroe —dijo Taemin con una sonrisa cálida—. La valentía que has mostrado es impresionante, Yoon

Yoongi sonrió, su rostro iluminado por la felicidad al estar con Minseok. El niño, con sus pequeñas manos, le acariciaba la mejilla y reía, logrando que el estrés y el dolor que Yoongi sentía se disiparan momentáneamente.

Jimin observaba la escena desde una esquina, con el corazón apretado. Cada vez que veía a Yoongi con Minseok, no podía evitar recordar a su propia hija no nacida, Jiwoo. La imagen del pequeño bebé en los brazos de Yoongi le recordaba el vacío que sentían en su vida tras la pérdida de su pequeña.

La conexión entre Yoongi y Minseok era evidente, y aunque era un consuelo ver a Yoongi sonriendo y abrazando al bebé, el dolor de la pérdida de Jiwoo seguía presente en su corazón. Jimin sintió una punzada de tristeza al imaginar cómo habría sido tener a Jiwoo en brazos de Yoongi, cómo habría sido ver a su pequeña sonreír y jugar.

Taemin, notando la expresión en el rostro de Jimin, se acercó y le puso una mano en el hombro, comprensivo ante la tristeza que Jimin no podía ocultar.

—Es difícil, lo sé —dijo Taemin suavemente—. Pero lo que Jiwoo representa para ti siempre estará en tu corazón. Y lo que Yoongi y tú tienen aquí es algo precioso.

Jimin asintió, agradecido por el apoyo de Taemin, pero sus pensamientos seguían en el doloroso contraste entre el amor que veía en Yoongi con Minseok y la ausencia de su propia hija.

La noche cayó lentamente sobre la mansión, y aunque el entorno estaba protegido y tranquilo, los desafíos que enfrentaban no estaban completamente resueltos. La casa estaba llena de una mezcla de emociones: amor, tristeza, y la esperanza de un futuro más seguro.

Mientras Yoongi seguía jugando con Minseok, Jimin se retiró a una esquina más tranquila de la mansión para reflexionar. Sabía que necesitaban tiempo para sanar y reconstruirse, pero también comprendía que, a pesar del dolor, tenían que seguir adelante.

Yoongi, al notar la ausencia de Jimin, se acercó después de un rato, sosteniendo a Minseok con una mano y buscando a Jimin con la mirada. Su amor por Jimin y el compromiso hacia su familia seguían siendo fuertes, y aunque el camino por delante estaba lleno de obstáculos, estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.

En la mansión secreta, con el bosque como su protector y la presencia de Minho y Taemin como un alivio, Jimin y Yoongi encontraron un breve momento de paz. Aunque la pérdida seguía pesando en sus corazones, el amor que compartían y el nuevo capítulo de su vida en la mansión les ofrecía un respiro y la promesa de un futuro en el que podrían encontrar la sanación y la esperanza.

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Después de un día cargado de emociones y tensiones, Jimin y Yoongi se retiraron a su habitación. La noche se presentaba tranquila en la mansión secreta, y el silencio solo se rompía por el susurro del viento a través de los árboles que rodeaban la propiedad.

En la intimidad de su habitación, Yoongi y Jimin se acurrucaron juntos bajo las mantas. La luz tenue de la lámpara nocturna proporcionaba un ambiente cálido y relajante. Yoongi se acomodó en los brazos de Jimin, sintiendo la seguridad de su presencia, y susurró:

—Ahora más que nunca debemos cuidarnos de Nayeon. No sé qué planea, pero no me gusta cómo se comporta.

Jimin, acariciando suavemente el cabello de Yoongi, asintió. Su tono era calmado, pero sus palabras revelaban una vigilancia constante:

—Nayeon está siendo vigilada. Hay sombras que la siguen, y su celular tiene un identificador. Podemos ver y escuchar todas sus llamadas y mensajes. No hay mucho que pueda hacer sin que lo sepamos.

Yoongi frunció el ceño, preocupado.

—Esa mujer quiere seducirte, Jimin. Lo he notado en su comportamiento.

Jimin hizo una mueca de desdén y negó con la cabeza.

—Incluso si fuera la única mujer en la faz de la Tierra, no me atrae en absoluto. Es un asco.

Yoongi sonrió, aliviado por la certeza en la voz de Jimin, y lo miró con ternura.

—Te amo, Jimin.

Jimin besó suavemente la cabeza de Yoongi, sus labios rozando la piel con un toque de cariño.

—Descanse, cariño. Hoy has sido muy valiente, y estoy increíblemente orgulloso de ti.

Yoongi sonrió débilmente y cerró los ojos, sintiendo la calidez y el amor que emanaba de Jimin. La preocupación por la seguridad y las amenazas externas quedaba en segundo plano en ese momento de tranquilidad.

Jimin se acomodó a su lado, envolviéndolo en sus brazos, y ambos se entregaron al descanso que tanto necesitaban. La noche en la mansión secreta, aunque marcada por las tensiones y las amenazas, ofrecía un breve respiro de calma.

Mientras el sueño comenzaba a reclamar a Yoongi, sintió que el peso del día se desvanecía poco a poco, dejándolo en paz por un rato. Jimin, a su lado, se sumergía en sus propios pensamientos, planificando los próximos pasos y manteniéndose vigilante. A pesar de las dificultades, se aferraba a la esperanza de un futuro mejor, uno en el que pudieran enfrentar cualquier adversidad con la fuerza de su amor y la determinación de proteger lo que más valoraban.


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Seguimos con el maratón, pero póngale una estrellita o les van a jalas las patas en la noche 😚

Its definitely you - Jimsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora